Expresión de elegancia
El cupé de la Clase E encarna el lujo y la sofisticación de Mercedes
El Clase E Coupé apela a la pureza, la sensualidad y la sofisticación. Ha sido diseñado pensando en usuarios con una sensibilidad especial hacia la belleza, que aprecien las proporciones clásicas de un cupé y que posean una marcada predilección hacia crea- ciones automovilísticas estilizadas, elegantes y atemporales. Expresivo y sugerente como pocos, ejerce una irresistible atracción visual sobre el espectador, sea o no amante de los automóviles. Incluso en su versión de acceso, con la mecánica diésel 220 de 4 cilindros, dos litros y 194 CV que montaba la unidad probada, el E Coupé encarna de forma precisa los valores históricos de Mercedes: lujo, prestigio y una alta impresión de valor envueltos en la tradición, el estilo y la clase inherentes a cualquier creación de la estrella de tres puntas.
Además, en este caso, logra materializar una difícil combinación: un alto confort de marcha y una gran comodidad para viajar para sus cuatro ocupantes (más maletero de 425 litros de capacidad) con un óptimo rendimiento dinámico y una notable eficiencia mecánica, cifrada para esta motorización en unos meritorios 4,2 litros de media y 106 g/km de CO El cambio automático 9G-TRONIC de 9 velocidades de serie contribuye a asegurar una rápida respuesta –aceleración de 0 a 100 en sólo 7,2 segundos con una punta de 242 km/h– y un elevado placer de conducción moderando además los registros de consumo.
Más grande y espacioso que su predecesor en todas sus cotas, el E Coupé mide 4,82 m de longitud (+123 mm), 1,86 m de anchura (+74 mm) y 1,43 m de altura (+33 mm). También tiene un centro de gravedad más bajo (-15 mm respecto a la berlina), factor que comporta un efecto beneficioso sobre la agilidad y el dinamismo. Igualmente, este incremento general de las dimensiones redunda en un mayor bienestar de los pa- sajeros, pues proporciona espacio y confort adicionales, en particular para las rodillas de los ocupantes traseros, a la altura de los hombros tanto delante como detrás y en la zona de la cabeza en las plazas posteriores. Si bien el acceso atrás requiere de una cierta destreza de movimientos, una vez aposentados, son dos verdaderas plazas, cómodas y anatómicas, aunque el espacio para los pies es algo angosto y no permiten apenas cambios de postura. Son, pues, perfectamente utilizables por adultos pero no para trayectos muy largos.
Lo que sí resulta agradable y acogedor en este vehículo es su ambientación interior. La pulcritud y la perfección invaden cada rincón de su habitáculo, con ajustes y detalles excelsos. Igualmente, la gestión variable de tonalidades en la iluminación difusa del vehículo así como la novedosa función de luz de bienvenida en las luces traseras con un espectacular diseño de efecto cristal –el primer modelo que lo ofrece– le otorga un efectista y singular toque de dramatismo lumínico.