La neurociencia entrena el cerebro de los líderes
Richard Davidson dirige el viernes un taller sobre el poder de la meditación en el bienestar de personas y empresas
“Creando un nuevo circuito neurobiológico se puede crear un patrón para el liderazgo”
“El bienestar no es fundamentalmente diferente de aprender a tocar el chelo. Si uno practica las habilidades del bienestar, lo mejorará”. Richard Davidson, doctor en Neuropsicología en Madison (Wisconsin), yla doctora KonchaPinós-Pey, directora del centro Estudios Contemplativos, realizan el próximo viernes en Barcelona el taller Neurociencia, consciencia y liderazgo: cómo la meditación transforma la mente y el cerebro, enfocado a demostrar cómoconestas prácticas se puede mejorar la vida de las personas pero tambiénla gestión dela pequeña y mediana empresa.
El acto, en el Il·lustre Col·legi de l’Advocacia de Barcelona, contará con la participación de José María Márquez Jurado (Consejo General del Poder Judicial y profesor de los Centros Internacionales de Yoga Sivananda Vedanta) y de Idili Lizcano (fundador de la empresa de cosmética Alquimia, maestro de meditación e impulsor de la economía humanizada).
El profesor Davidson inició hace cuatro décadas sus investigaciones sobre cómo la meditación incide en el cerebro. Fue pionero en descubrir que las personas que meditan o practican yoga tienen unos patrones que les hacen por ejemplo más resilientes, tienen más capacidad de atención y concentración y un sentido más profundo de la vida, explica Pinós .“Su novedad fue descubrir cómo medir el impacto de las emociones. Cómo se constituyen los patrones, y cómo modificarlos. Demostró que con ocho minutos de meditación ya puedes empezar a modificar tu cerebro”.
Enel taller de la próxima semana, se explicará cómo opera la meditación enel cerebro, quépracticas son mejores para qué personas, y cómo estas pueden ser usadas en la vida cotidiana. “Planteamos qué sucede si a los cuatro componentes del bienestar que han recibido una atención científica seria (resiliencia, visión, atención y generosidad) le añadiésemos un quinto (el gozo)”, explica Koncha Pinós. “Cada uno de los cuatro componentes está enraizado en los circuitos neuronales, y cada uno de estos circuitos neuronales exhibe plasticidad, por lo que sabemos que si ejercitamos estos circuitos, se fortalecerán. Practicar estas cuatro habilidades puede proporcionar el sustrato para un cambio duradero, que puede ayudar a promover niveles más altos de bienestar en nuestras vidas”.
La doctora Pinós incorpora el quinto elemento a la reflexión: “Un líder que no goce de lo que está haciendo, no puede modificar sus circuitos del cerebro. Por eso decimos que incorporando el quinto componente, se pueden modificar los otros cuatro. El cerebro es neuroplástico. Lasleyes dela neuroplasticidad son tan importantes como la ley de la gravedad”. Sus estudios también beben de la epigenética, que es la capacidad de modificar nuestros genes mediante prácticas concretas: “Creando un nuevo circuito neurobiológico se puede crear un patrón para el liderazgo”, asegura Koncha Pinós.
Davidson y Pinós trabajan en el impulso del buen liderazgo, entendido como atributo personal y comocapacidad de conectarse con los demás. Y todo ello se traduce en el programa HealthyMinds, plataforma que ayudará a traducir el bienestarde los trabajadores en mejoras en las empresas (menos bajas, menos conflictos). “También investigamos en embarazadas. El cerebro se forma en las primeras 16 semanas. Si entrenamos a las futuras madres, tendrás bebés más resilientes, solidarios, emprendedores. Podemos inducir el liderazgo, tendremos líderes más responsables”.