Francesc Raventós
Decisiones estelares de la UE
Liderazgo La Unión Europea invertirá 1.000 millones de euros para no perder terreno en el campo de la supercomputación
Desde su creación, la UE ha vivido muchos momentos estelares. Uno de los más relevantes fue la creación del euro, para evitar depender del dólar. Otros ejemplos importantes fueron la creación de Airbus, para librarse del monopolio de Boeing; desarrollar el sistema europeo de navegación por satélite, Galileo, para no basarse en el GPS americano; o impulsar la Agencia Espacial Europea con el objetivo de evitar estar supeditados a los americanos o los rusos.
Ahora, la UEha tomado otra decisión estelar: quiere evitar depender de los supercomputadores de China o de Estados Unidos y del riesgo de sufrir escapes de secretos derivados de la investigación científica, industrial, del big
data o de seguridad. Muchas empresas grandes como Daimler y Airbus, o servicios meteorológicos o de seguridad dependen de los centros chinos o americanos.
Los supercomputadores son una herramienta tecnológica fundamental para descubrir nuevos materiales, investigaciones médicas, acortar el tiempo de desarrollo de productos, prever catástrofes climáticas, desarrollar tecnologías cuánticas o la inteligencia artificial.
El ranking de los 500 equipos más rápidos del mundo, el TOP 500, muestra que China ha superado a Estados Unidos en número y capacidad, ya que tiene 202, mientras que los americanos han bajado a 143. Japón cuenta con 35; Alemania, 20, y Francia, 18. China es ahora el gran líder mundial. Ha diseñado y fabricado el Sunway TaihuLight, de una velocidad inimaginable: 93 petaflops, que hace 93.000 billones de cálculos por segundo. El objetivo que se ha fijado ahora la Comisión Europea es recuperar el terreno perdido y ser uno de los líderes del sector. En el año 2017 se fundó el The European High-Perfomance Computing Joint Undertaking, Inversión Conjunta para la Supercomputación Europea, donde participan la UEy 12 países miembros. Se han propuesto invertir 1.000 millones de euros, con el objetivo de que en el año 2023 uno de los tres supercomputadores más potentes del mundo sea diseñado y producido por la Unión Europea.
En España, en el año 2007 se creó Red Española de Supercomputación. Es una red que conecta 12 equipos para ofrecer computación de alto rendimiento a la comunidad científica. Está coordinada por el Barcelona Supercomputing Center, donde en el 2017 entró en funcionamiento el MareNostrum 4, el ordenador más potente de España, con una potencia de 11,15 petaflops.
Ser pionero en el campo de la supercomputación es tan importante para la nueva sociedad digital, que no es de extrañar la pugna existente entre los principales países para estar al frente. Hay que confiar en que este nuevo proyecto permitirá a la UErecuperar el papel de liderazgo que en el pasado había tenido.