La Vanguardia - Dinero

Jordi Tarragona

- Jordi Tarragona Empresario y abogado

Al patrimonio, vía matrimonio

Previsión Las uniones estables necesitan capitulaci­ones, ya que las separacion­es afectan a los equilibrio­s en las empresas

El título de esta columna coincide con el de un libro de C. N. Parkinson, más conocido por su ley que dice que “el trabajo se expande hasta ocupar todo el tiempo disponible”. Ymepareció más políticame­nte correcto que el de “dar un braguetazo”, que es como coloquialm­ente se llama en castellano a casarse con intención de mejorar económica o socialment­e.

Hay un chiste según el cual “cuando le preguntaro­n a uno si se casaba por interés, contestó que no, que lo hacía por el capital”. Dicen que el dinero no da la felicidad, pero que ayuda. Querer casarse por dinero es un mal asunto, además la ilusión se puede ver rota por el protocolo familiar.

Uno de los temas del protocolo familiar suele ser el de la incorporac­ión de los considerad­os

añadidos (parientes políticos, no de sangre) en la propiedad o en el trabajo en la empresa familiar. Con respecto a la propiedad, es común establecer la necesidad de otorgar capitulaci­ones matrimonia­les con el fin de evitar que las acciones acaben a manos de los no sanguíneos. Imaginamos que la persona que se añade trae lo que se llama mochila. ¿Qué pasa si el accionista familiar de sangre muere antes, sin hijos comunes? ¿Irán las acciones al supervivie­nte y después a sus hijos no comunes?

¿Y qué pasa con la representa­ción de los hijos comunes en caso de muerte del progenitor de sangre? ¿Los puede representa­r el cónyuge político? ¿Yun tercero no familiar? Excluir a los añadidos de la propiedad de la empresa no quiere decir eliminar sus derechos sucesorios, habrá que compensarl­os por el valor de la participac­ión a la empresa que les correspond­ería.

Las capitulaci­ones matrimonia­les son un contrato que ordena las relaciones económicas del matrimonio y su disolución, que puede ser muy conflictiv­a sobre todo si hay segundas nupcias a la vista. Cuando se empieza la vida en común, lo normal es estar bajo una atmósfera en la cual plantear según qué cosas, puede romper el encantamie­nto. Poder argumentar que se hace por imposición de una norma escrita, como es el protocolo familiar, puede ayudar.

Por otro lado, la creciente forma de uniones, y el creciente número de separacion­es (105.000 en España en el 2016) y segundas uniones hacen muy convenient­e establecer regulacion­es con respecto a los regímenes económico-matrimonia­les y sucesorios con el fin de evitar que los eventuales conflictos personales afecten a la empresa. Este es uno de los principale­s problemas en los cuales tiene que hacer frente la continuida­d de la empresa familiar.

Las uniones estables también necesitan capitulaci­ones. Los dos años de convivenci­a crean derechos sucesorios. No se suele ser consciente de las implicacio­nes económicas y patrimonia­les del hecho de convivir con otra persona. Es fundamenta­l educar a los hijos en este sentido.

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