Oriana Bandiera
Las causas de la pobreza extrema
Empirismo Eliminar la pobreza no es barato, pero puede hacerse; y no es cierto que entre sus causas estén la falta de talento y motivación
Durante la mayor parte de la década de los setenta, la mitad de la población mundial vivía en situación de pobreza extrema. Tres décadas de crecimiento intenso han reducido esa cifra al 11%. Eso hace aún más sorprendente la persistencia de la pobreza extrema. Yno hace falta ir muy lejos para encontrarla. España tiene una de las tasas más altas de pobreza extrema del mundo desarrollado: un 3% de la población (un millón y medio de personas) vivía en situación de pobreza extrema en el 2014.
Si preguntas a un economista por qué existe la pobreza recibirás dos posibles respuestas. La primera es que todo el mundo, independientemente de la riqueza de la que disponga al nacer, tiene acceso a las mismas oportunidades, y si hay personas que terminan por caer en la pobreza es por ser menos capaces o no trabajar suficientemente. La segunda es que la riqueza de la que se dispone en el momento del nacimiento determina las oportunidades a las que tienen acceso los individuos.
La mayor parte de los economistas, por otro lado, estarían de acuerdo en que la información estadística es preferible a la ideología como fundamento de la política. Sin embargo, es muy complicado encontrar datos sobre la auténtica naturaleza de la pobreza. Desde el 2007 nuestro equipo de investigación de la London School of Economics y el University College of London ha estado trabajando con la oenegé BRAC para poner a prueba las dos opiniones descritas. Para ello, diseñamos un experimento que consistía en proporcionar a un grupo de individuos en situación de pobreza extrema una importante cantidad de dinero. Si la pobreza se debe a falta de capacidad o motivación, el dinero tendría un efecto temporal, y a los pocos años los beneficiarios habrían vuelto a la situación de partida.
En concreto, BRAC proporcionó activos productivos por valor de 560 dólares a un grupo seleccionado de entre las 6.000 mujeres más pobres de Bangladesh. Refutando el mito de los pobres perezosos, siete años más tarde las beneficiarias trabajaban un 17% más de horas al día y un 22% más de días al año y ganaban más. Mostrando una clara visión empresarial, ahorraban una parte significativa de sus ingresos y compraban más activos.
Ese empujón era suficiente para llevar a la mayor parte de las beneficiarias a superar la barrera de la pobreza, si bien una pequeña parte era demasiado pobre desde el inicio y acababa volviendo a caer en situación de pobreza. Eso nos permitió medir la altura de esa barrera y comparar los efectos de diferentes políticas alternativas, la mayor parte de las cuales (como los microcréditos) son demasiado pequeñas para superar esa barrera. Eliminar la pobreza no es barato, pero sabemos que puede hacerse. Que se haga es otra cuestión, pero es difícil sostener que las causas de fondo de la pobreza son la falta de talento y motivación.