Backup de datos, un asunto capital
La próxima entrada en vigor, en mayo, del reglamento europeo agita un negocio con 30 años de historia
Backup. Hasta los más reticentes a la infiltración del inglés usan este vocablo. Backup es la especialidad de CommVault desde hace 30 años. Desde luego, ha ido adaptando su tecnología alas circunstancias, y por ello, se le reconoce como líder de este peculiar segmento del mercado de almacenamiento de datos. Adaptarse significa, en estos tiempos, acompañar la corriente hacia el almacenamiento en la nube sin por ello perder de vista los centros de datos corporativos, que no van a desaparecer porque lo diga un analista aquí o un columnista allí.
“Los entornos típicos de datos son híbridos –asegura Eulalia Flo, directora general de CommVault en España –, y la mayoría de las empresas están viviendo esa transición. Aprovechan las ventajas de la nube, pero no renuncian a almacenarlos en su datacenter”. Según dijo a Dinero, la corriente es bidireccional: incluso empresas de nuevo cuño, nativas digitales las llaman, con visiones nuevas de la tecnología, arrancan con el modelo cloud, pero, cuando alcanzan un cierto tamaño, sienten necesidad deun datacenter propio; las hay que hacen la migración inversa, comoTwitter o Spotify.
La forma de comprar tecnología está cambiando, apunta Flo; el concepto best-of-breed (traducible como “lo mejor de cada casa”) vuelve con fuerza. “Si todos los fabricantes vendiéramos lo mismo y sus productos fueran perfectos, la tecnología sería una mercancía trivial, pero las cosas no son así en el mundo real”. Es normal que los fabricantes firmen alianzas con CommVault para ofrecer sus soluciones de copia de seguridad: HPE, Dell, Fujitsu, Huawei, Oracle, recientemente Cisco. Entre los proveedores de cloud, es el caso de los tres principales (Amazon, Microsoft y Google) si los clientes quieren llevar sus datos a la nube.
“Cuando la gente piensa en la nube –se explica–, lo que generalmente se plantea es pasar de un modelo decostes fijos a otro decostes variables, pasar de comprar tecnología a consumirla”. Cualquiera que sea la fórmula que se escoja, habrá absoluta necesidad de mantener copias de los datos, recuperables cuando haga falta; esta es la razón de ser del backup (otra cosa es decidir en qué soporte guardarlas, pero este no es el negocio de Commvault).
Flo abunda en dos fenómenos concurrentes que sí condicionan su negocio: se generalizará la copia de seguridad como servicio y, en con- secuencia, la compañía está en transición de un modelo en que vendían licencias perpetuas a otro en el que el cliente puede optar por una suscripción que adaptar a sus necesidades.
Hablar de datos es hablar de cómo protegerlos. La conversación deriva naturalmente a la inminente entrada en vigor, el 25 de mayo, del reglamento general de Protección de Datos (RGPD), una normativa europea que en España implicará la derogación simultánea de la ley orgánica de Protección de Datos (LOPD), que rige desde 1999.
De un estudio sobre el RGPD patrocinado por CommVault, su directora general recoge unas frases: “La captura del dato determina su ciclo de vida en la organización. Sólo puede utilizarse para el objetivo para el que ha sido recogido [....] el proceso mismo de su captura tiene que introducir un consentimiento explícito, no es suficiente con que sea tácito [....]. Las restricciones [crean responsabilidad] sobre los recogidos antes de la entrada en vigor del reglamento. Loquesignifica que las empresas tienen que asegurarse dequelosusosdel dato hansido aprobados por el individuo”.
Este es un problema mayúsculo que toca directamente la cuestión de la copia de seguridad. A 100 días de la entrada en vigor del RGPD, son minoría las empresas prepara- das. Está claro que la regulación –reflexiona Flo– responde a una demanda social creciente sobre la privacidad de los datos personales; pero incluso sin la regulación, “hemos estimado que las copias secundarias se han salido de madre: no es raro que haya bases de datos copiadas diez veces, y no exagero: a más copias, menos control. No se sabe dónde están, quién las usa y para qué [...]. Se harán visibles todo tipo de situaciones, algunas enojosas. En mi opinión, el proceso será largo, pero estamos preparados para ayudar en aquello que nos toca”.