Templon, 50 años
En el mundo del arte, la mayoría de la bibliografía pivota sobre la figura esencial del artista. Por el contrario, hay poquísimos libros que hablen de aquellos profesionales que les ayudan a posicionar dentro del mercado. Por este motivo, muchos pensamos cuán importante es que queden documentos sobre galeristas como Daniel Templon explicando su experiencia de 50 años al frente de su galería parisina. En este sentido, el simposio Talking Galleries hace un esfuerzo no sólo para repensar la profesión internacionalmente, sino para que todo este conocimiento no caiga en tierra estéril. Quien pierde los orígenes pierde buena parte de aquello que somos como colectivo.
Uno de los reproches que los galeristas históricos hacen a las nuevas generaciones que empiezan es la excesiva prisa para posicionar en el mercado y ganar dinero, olvidando algunos elementos fundamentales sobre los que se tiene que basar una galería de arte: construir un relato y una comunidad de artistas y personas que, más allá de coleccionar, amen el arte. Así abrió Daniel Templon Talking Galleries hace unas semanas en Barcelona, y fue desgranando su trayectoria, explicando cómo ha cambiado el mercado desde aquel 1966 en que el panorama del arte de vanguardia era un desierto y estaba todo por hacer. Preguntado sobre quiénes eran sus primeros coleccionistas contestó: ¡“Anónimos”! El médico, el abogado, el arquitecto... profesionales desconocidos pero sensibles que se embarcaban en la aventura de coleccionar.
Repasando la publicación de sus 50 años, uno ve el largo listado de grandes artistas a quienes ha defendido, así como su aventura americana, cómo se ha adaptado a las crisis económicas y la globalización, las ferias... pero sobre todo, la pasión que ha vertido. Porque es gracias a aquellos que lucharon cuando este mercado era casi inexistente que hoy las nuevas generaciones podemos recoger algunos frutos.
Gracias al trabajo de hace 50 años, las nuevas generaciones recogen frutos