Más dudas que certezas

La renta variable se está recuperando, pero los tipos de interés, sobre todo en Alemania, suben

La volatilidad no amaina en los mercados, que viven una de sus etapas más inciertas de los últimos meses. Los riesgos inflacionistas en Estados Unidos, con el consiguiente temor a un diseño más agresivo por parte de la Reserva Federal en lo que atañe a los tipos de interés, podrían traducirse ya en el mes de marzo en un nuevo escalón alcista.

En la zona euro, el desconcertante rumbo de la nueva alianza que conformará en Alemania un Gobierno de difícil convivencia y cargado de tensiones internas (a la postre, con un alto grado de indefinición en el manejo de la economía) está soliviantando los tipos de interés a corto plazo, que ya han rebasado la cota del 0,75%, el doble que hace unas pocas semanas.

Esta subida implica también una sensación de proximidad de las subidas de tipos de interés en la zona euro o, cuando menos, un desmontaje algo más acelerado de las estrategias monetarias hasta ahora dominantes y su sustitución por medidas más restrictivas con la liquidez. Es probable que algunas tensiones inflacionistas no tarden en hacer su aparición, lo que confirmaría la inminencia de un cambio de escenario monetario, al que sólo la temida fortaleza del euro parece estar poniéndole freno.

Los inversores han entrado en el mes de febrero con un cierto replanteamiento de su confianza en los activos de riesgo, que empezaron el año con fuertes subidas, pero que no han tardado mucho en volver al punto de partida, borrando prácticamente en su totalidad las ganancias acumuladas en el primer mes del año. Pero el traslado de una parte de la liquidez a los activos de renta fija en busca de mayores márgenes de seguridad, al calor de los tipos de interés al alza en algunos mercados, como el alemán, se está llevando a cabo con bastante cautela.

De hecho, los índices bursátiles europeos no han logrado encauzar una tendencia alcista sólida en las últimas semanas y ni siquiera han sido capaces de mantenerse en positivo en bastantes casos. La economía muestra altos grados de solidez y un crecimiento más que aceptable, el más fuerte de los últimos diez años. Pero la forma en la que van a jugar sus cartas los bancos centrales sigue suscitando todo tipo de temores.

Las bolsas han recuperado sólo una parte de la corrección de principios de mes