Máxima adrenalina
Audi y BMW muestran su tecnología más dinámica en estos modelos
La indiscutible belleza de estos vehículos es, sin duda, uno de sus principales argumentos
Existen en el mercado algunos automóviles que se desmarcan del resto por su inconmensurable clase. Otros lo hacen por su extraordinaria deportividad y dinamismo e incluso los hay que se distinguen por su excelso equipamiento. Pero muy pocos pueden presumir de reunir en un único vehículo todas las características que se han mencionado. De esta forma, Audi, BMW y MercedesBenz son los referentes en la producción de los cupés más deportivos y carismáticos que se pueden encontrar hoy en día en el mercado, vehículos que son capaces de mostrarse agresivos y muy radicales, pero también suaves y delicados.
Aunque lo realmente extraordinario está en sus entrañas, la belleza de estos vehículos es uno de sus principales argumentos. Tanto Audi como BMW distinguen a sus versiones más deportivas del resto de gama con diseños muy seductores que, sin abandonar la elegancia, sugieren el enorme potencial dinámico de los vehículos. Provistos de prominentes y espectaculares spoilers, los frontales identifican sin ofrecer dudas a tan distinguidas marcas y en una visión lateral, sus techos caen sobre las plazas traseras pa- ra lograr una imagen cupé de gran atractivo.
Los interiores de RS 5 y M4 son un auténtico homenaje a la deportividad, combinada con máxima elegancia y rematada con materiales de mucha calidad. Una vez más, ambos automóviles han sido diseñados bajo las directrices de sus respectivas marcas, destacando las enormes pantallas informativas ubicadas en el centro del salpicadero. Una ligera diferencia está en el volante, achatado en el Audi. Integral contra trasera En el plano mecánico, Audi y BMW optan por diferentes soluciones para alcanzar las increíbles dotes dinámicas y prestacionales de sus modelos RS 5 y M4. Para transmitir la potencia al suelo, la firma de los cuatro aros recurre a su aclamado sistema de tracción integral quattro, decantándose BMW por su eficaz tracción en el eje posterior.
Los motores son de gasolina, sobrealimentados y de seis cilindros. La configuración de sus bloques es diferente: en línea para el BMW y en V en el caso del Audi. En ambos casos se recurre a dos turbocompresores para obtener la mejor respuesta en todos los regímenes. En el M4Coupé se recurre a una caja automática M de siete relaciones, mientras el RS 5 dispone de un cambio tiptronic de ocho velocidades.
El rendimiento mecánico es muy similar, pero con un factor común: sus extraordinarias prestaciones basadas en una inmediata y brutal entrega de potencia.
Grandes sensaciones
Con la velocidad máxima autolimitada en ambos casos a 250 km/ h, este Audi acelera de 0 a 100 km/h en 3,9 segundos, por 4,1 segundos del BMW. El modelo de la firma de los cuatro aros hace valer sus 19 CV adicionales, que compensan un peso superior frente al ligero M4 Coupé de BMW.
Al transmitir toda su potencia a las ruedas posteriores, extraer todo el potencial del BMW es ciertamente más complicado que si nos encontramos en un Audi, que con su tracción total y diferencial trasero vectorial, ofrece una increíble facilidad de conducción. En cualquier caso, sea cual sea la elección final, lo que es seguro es que las sensaciones son en ambos extraordinarias.