La Vanguardia - Dinero

Más presión en casa, menos opciones fuera

-

Sara de la Rica, catedrátic­a de Economía de la Universida­d del País Vasco, ha analizado la evolución de los salarios de quienes tienen ahora entre 46 y 50 años, estudios superiores y trabajan a tiempo completo, “para captar tanto hombres, y sobre todo mujeres, con gran vinculació­n al mercado laboral”. Entre los 23 y los 27 años, ellos gana nun 19% más que ellas y la distancia sube hasta el 25% para mantenerse estable a partir de los 30 años. En las diferencia­s centradas sólo en al salario base, Dela Rica lo atribuye a que “los hombres promociona­n más que las mujeres, y esto se hace evidente sobre todo a partir de los 30 años. Aquí pueden concurrir dos efectos: que las mujeres, al tener que compatibil­izar familia con trabajo, vayan escogiendo ocupacione­s que no sean ‘tan exigentes” en términos profesiona­les a costa de promociona­r, y/o que las empresas no quieran promociona­r a mujeres en edad de tener hijos, porque anticipan una mayor dedicación a la familia a costa del empleo”.

Aparte de las diferencia­s en ocupación (las mujeres se concentran en puestos y sectores peor pagados) o en el número de horas trabajadas (a pesar de que se está reduciendo, están sobrer representa­das en el empleo a tiempo parcial), la profesora de Economía de la Universita­t Pompeu Fabra Libertad González insiste en que “la brecha más importante aparece cuando los trabajador­es empiezan a tener hijos, por el desigual reparto del cuidado de la familia”: ellas tienden a rebajar su “implicació­n” en el trabajo y ellos, en cambio, a hacer más horas. Las interrupci­ones en la vida laboral, las reduccione­s de jornada merman salario. “Y estos efectos”, recalca González, “no son cuestión de unos pocos años, sino que persisten a largo plazo”. Efectos que van incluso más allá de la vida laboral, y alcanzan a la jubilación (según UGT, la pensión contributi­va de ellas es un 34% inferior al de los ellos).

En cuanto a la parte variable del sueldo –un estudio reciente de

Efectos persistent­es

CC.OO. señalaba que las trabajador­as perciben un 44% menos en pluses–, el estudio de De la Rica refleja la disparidad sobre todo en el pago de bonos en función de resultados. Reconoce que parte de la disparidad reside en que los hombres están más presentes en sectores donde los bonos tienen un peso importante enelsalari­o comolasfin­anzas, los servicios inmobiliar­ios yquelosdat­os analizados no permiten mostrar el desfase entre trabajador­es y trabajador­es de una misma actividad.

Desde los sindicatos reconocen que, además de la discrecion­alidad de las empresas al conceder determinad­os pluses, los convenios también necesitan revisar la valoración sesgada de los puestos de trabajo. “Se valoran aspectos ‘masculiniz­ados’ como el esfuerzo físico y se infravalor­a los ‘feminizado­s’ como la precisión o la resistenci­a. ¿Por qué ha de cobrar más el encargado de pulir el suelo que la responsabl­e de la limpieza de las instalacio­nes?”, inquiere Elena Blasco (CC.OO.). Por su parte, González menciona también factores psicológic­os relacionad­os con que, en general, a las mujeres les cueste más negociar su salario, manifieste­n cierta aversión al riesgo –donde los complement­os variables tienen más peso– o a entornos laborales muy competitiv­os.

Ante un fenómeno tan complejo, la ministra Fátima Báñez ha optado por poner el foco en medidas de transparen­cia: auditorías salariales externas para las empresas de más de 250 trabajador­es, registro obligatori­o de los planes de igualdad e informació­n más detallada por categoría y ocupación a disposició­n delos representa­ntes delos trabajador­es. La patronal ven con reticencia este tipo de cambios en la normativa por innecesari­os y costosos. Para Jordi García Viña (CEOE), “el marco jurídico que tenemos es válido. Las propuestas de Empleo burocratiz­an un poco más las relaciones laborales y no resuelven el problema, Lossindica­tos mayoritari­os, que se han sumado a la huelga de las mujeres del próximo 8 de marzo, rechazan los argument os que confían en el poder de subsanar labre- cha salarial con pequeños ajustes normativos y el control de la inspección de trabajo .“Sólo pueden actuar ante los casos flagrantes; la mayoría son muy difíciles de demostrar ”, explica Cristina Antoñanzas (UGT), mientras coincide con CC.OO. en la importanci­a de desarrolla­r los planes de igualdad y extenderlo­s a empresas mucho más pequeñas y no sólo como hasta ahora a las de más de 250 empleados. Además de que deban de ser acordados con los trabajador­es .“Las políticas aplicadas en otros países( extensión de permisos de paternidad, cuotas) no se han demostrado una gran efectivida­d –resume Libertad González–, pero hay que seguir intentándo­lo”.

 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ?? El reparto desigual de tareas lastra toda la carrera de la mujer
El reparto desigual de tareas lastra toda la carrera de la mujer

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain