La fábrica del internet de las cosas
Accent Systems está especializado en el desarrollo bajo demanda de productos electrónicos conectados Todo comenzó con un Scalextric. Mientras estudiaba Ingeniería en Telecomunicaciones, Jordi Casamada se dio cuenta de que el mando de este popular juego de carreras estaba “poco evolucionado, así que empecé a mejorarlo”, explica. Al finalizar la carrera universitaria, en el año 2007, fundó su actual empresa, Accent Systems, con un compañero de clase como único trabajador y un capital de sólo 3.000 euros. Lo primero que hicieron fue vender el mando de Scalextric en el que habían estado trabajando a otra compañía. Desde entonces, esta empresa especializada en el internet de las cosas ha evolucionado y crecido, hasta alcanzar una facturación de 3,6 millones de euros y una plantilla de 30 empleados.
“Al inicio sólo diseñábamos placas electrónicas para otras empresas, pero vimos que lo que el mercado requería eran soluciones cerradas, es decir productos completos ”, afirma el emprendedor. En la actualidad Accent Systems se dedica a la creación de productos electrónicos conectados bajo demanda. “Son dispositivos conectados a internet, con un software”, explica Casamada. Ha trabajado, por ejemplo, con compañías como Volkswagen y Samsonite para evi- tar que los usuarios pierdan las llaves del coche o la maleta. Además de estas dos firmas, entre sus clientes destacan empresas como Sony, Repsol o Vodafone.
Accent Systems fabrica y exporta sus productos “a todo el mundo, siendo Europa, Turquía y Estados Unidos los mercados principales”, según el fundador. “La exportación ha llegado a suponer el 70%, aunque esta cifra es inferior ahora por el elevado volumen de trabajo que tenemos en España con Volskwagen”, explica Casamada.
Accent Systems, cuya propiedad reside íntegramente en manos de Jordi Casamada, está ubicada en Castellar del Vallès (Vallès Occidental). Su fábrica IoT ocupa una superficie de 200.000 m2, con una capacidad de producción de más de 30.000 componentes por hora. Como reto de futuro, la start-up se ha propuesto aumentar su presencia en Estados Unidos, donde ya cuenta con una delegación en Nueva York. “Es un mercado muy grande y unificado, a diferencia de Europa, donde hay muchos países”, indica el emprendedor. Casamada no se plantea recurrir a capital externo para seguir creciendo, sino que continuará valiéndose de sus propios recursos, como ha hecho hasta ahora.