Adaptado a la movilidad urbana
Este futurista automóvil autónomo apuesta por la inteligencia artificial para generar vínculos emocionales
Habitualmente, cada concept car presenta alguna característica determinada que sobresale de las demás, con el fin de poner énfasis, precisamente, en el aspecto que más le conviene al fabricante que lo ha creado. Pero de vez en cuando surgen extrañas excepciones, vehículos igualmente destinados a deslumbrar en los salones automovilísticos más importantes del mundo, que sorprenden porque son el resultado de una combinación magistral de factores computados en igualdad de condiciones. En esta tesitura se encuentra el Toyota i-Ride, un proyecto pensado hasta el mínimo detalle para solventar las necesidades futuras de movilidad individual de cualquier persona que viva en una gran ciudad.
De entrada, cabe destacar que los responsables de Toyota han planteado este reto para adelantarse a un porvenir caracterizado por el sector de los coches compartidos. Pero lo mejor del caso es que se ha tenido en cuenta que pueda ser disfrutado por cualquier usuario, incluso si se trata de personas mayores con dificultades de movilidad o clientes que usen silla de ruedas. Con la finalidad de proporcionar un inmejorable acceso al interior, se ha optado por dotarlo con puertas de apertura vertical, tipo alas de gaviota, un complemento que facilita el trasiego de los ocupantes y que se agradece cuando se aparca en un sitio estrecho.
Pensado para albergar a dos adultos en su interior, dispone de una generosa zona trasera para transportar la silla de ruedas. Pero lo mejor del caso es que puede gobernarse de dos mane- ras. Por una parte, un vehículo dotado con su avanzada tecnología autónoma permitiría desplazarse sin que el cliente actúe de ninguna forma, simplemente respondiendo a las órdenes dictadas al sistema de navegación. Pero si se quiere conducir, será necesario manipular únicamente los intuitivos mandos de tipo joystick que vienen incorporados en los propios soportes del asiento.
Aprendizaje emocional
El i-Ride está dotado con un complejo sistema de inteligencia artificial, capaz de analizar múltiples factores relacionados con el usuario para determinar su estado de ánimo y catalogar sus preferencias personales. A partir de parámetros tan simples como
Ecología
Futurismo
las expresiones del rostro y el tono de voz del conductor, este vehículo es capaz de determinar su grado de humor, optando si es preciso por entablar una conversación destinada a generar empatía.
Gracias a la información proporcionada por la actividad del usuario en las redes sociales y por las conversaciones recurrentes mantenidas a través del tiempo, que permanecen almacenadas en su memoria virtual, el avanzado prototipo desarrollado por Toyota es capaz de seleccionar los temas preferidos. Elaborar listas de canciones en función de las inquietudes musicales de cada conductor es un juego de niños para un coche destinado a originar intensos vínculos emocionales con los humanos. Las formas redondeadas de la carrocería de este concept car contribuyen a mejorar la eficiencia aerodinámica de este coche eléctrico Para conducir, basta con manipular los intuitivos mandos de tipo joystick que vienen incorporados en los propios respaldos del asiento