Emoción al aire libre
Sustituto del Ferrari California, el nuevo Portofino es igualmente un deportivo descapotable de techo rígido, de cuatro plazas, con motor V8 delantero de 600 CV
De California a Portofino. De Los Ángeles a Génova. Enzo Ferrari solía decir que el mejor Ferrari es aquel que todavía está por hacer: el próximo. Una frase que cobra renovado sentido con cada nueva creación que sale de Maranello, una verdadera fábrica de sueños. Porque un Ferrari es, como también decía su fundador, “un sueño para los pocos afortunados que lo tienen y para la mayoría de personas que no”. De esta forma, Portofino, un pequeño pueblo pesquero y joya del paisaje italiano en la costa de la Riviera, da nombre al nuevo Ferrari, sustituto del modelo California. Y como el automóvil al que reemplaza, el Portofino es el modelo de “acceso” a la gamaFerrari, el másasequible y el más polivalente.
En Ferrari aseguran que un 30% de sus clientes utilizará a menudo las dos plazas traseras del Portofino, aunque sean casi testimoniales por su estrechez. Sir- ven, eso sí, para trayectos cortos, llevar a los niños o dejar una chaqueta. Del California original, con 460 CV, se había dicho que era poco deportivo, incluso, exagerando, que era un Ferrari para pasear y poco más. También es cierto que la última versión, el California T, ya entregaba 560 CV. Pero el Portofino es un Ferrari en toda regla, un deportivo muy serio con una carga tecnológica nada despreciable. Un paso más dado por los técnicos italianos en deportivos 2+2 con motor delantero y techo rígido desmontable.
Ferrari quería un deportivo socialmente aceptable, agresivo, pero no exagerado. Y con un diseño elegante, nada extravagante. Sin duda, viendo el resultado, lo ha conseguido plenamente. Con 4,59 metros de longitud, es bonito y sumamente proporcionado desde cualquier ángulo. El techo rígido se abre o cierra en una sencilla operación que dura solo 14 segundos. Completamente eléctrico,