Jaume Puig
Volatilidad habitual
Tres son las previsiones bursátiles para el 2018: que las bolsas vuelvan a subir, que la volatilidad se normalice, y que se produzca una rotación de sectores en la que los cíclicos rezagados y los defensivos tomen el relevo a los cíclicos avanzados. La primera y la tercera previsión serán contrastables a final de año, mientras que la segunda ya se ha producido con el repunte de la volatilidad de febrero. No es una volatilidad alta, aunque pudiera parecerlo si se compara sólo con el plácido 2017, sino simplemente la habitual. La volatilidad acumulada del 2018 se corresponde con la media histórica.
Respecto al descenso del mes de febrero, comentar que, como en cada una de las 2,6 caídas por año que tienen las bolsas, nuestra obligación es la de analizar sus causas teóricas y determinar si se trata de un descenso fundamentado o de ruido. El 80% de los descensos bursátiles son infundados: el mercado cotiza un falso temor durante un tiempo y en unas pocas semanas o meses se produce una recuperación rápida de las cotizaciones. Eso es lo que denominamos ruido. En el 20% restante de los casos existe una razón de peso que fundamenta la caída, y la recuperación de las cotizaciones se alarga en el tiempo. ¿Y esta vez de qué se trata? De puro ruido: la causa teórica de la subida de los tipos de interés no se sostiene. No sólo está totalmente prevista, sino que estamos en una fase de normalización de tipos en la que ambos, tipos y bolsas, suben simultáneamente. No estamos en subida propiamente dicha, en la que evolucionan de forma inversa. Mientras no vean que los tipos a diez años igualen a la tasa de inflación más un 2,5%, no sufran por la subida de tipos y compren… renta variable.