Contaminar perjudica la economía
El ahorro en asistencia sanitaria supera en más del doble los costes de las políticas contra el cambio climático
Aunque se reconoce que los costes de combatir el cambio climático son inferiores a las consecuencias económicas de seguir contaminando, todavía hay pocas evidencias científicas que lo cuantifiquen. Gracias a uninstituto de investigación vasco, el BC3 (Basque Centre for Climate Change), ahora hay una más. Un reciente estudio liderado por este centro y publicado en la revista The Lancet Planetary Health acaba de poner unas interesantes cifras sobre la mesa: los gobiernos de todo el mundo podrían ahorrarse 54.000 billones de dólares en asistencia sanitaria invirtiendo menos de la mitad de esa cantidad en proyectos verdes hasta medianos de siglo. Además se evitarían 30 millones de muerte prematuras relacionadas con la contaminación.
Según el estudio, a escala global los beneficios colaterales para la salud superan sustancialmente los costes de las políticas dirigidas a lograr que la temperatura a final de este siglo se quede entre los 2ºC y los 1,5ºC respecto a los niveles preindustriales, como se fijó como objetivo en la Cumbre de París. La relación entre el cobeneficio de salud y el coste de mitigación del calentamiento global es de 1,4 a 2,45, dependiendo del escenario. Es decir, el beneficio obtenido cubre entre 1,4 y 2,45 veces el coste de aplicar las políticas pa- ra alcanzar los objetivos de París. Esto se cumple especialmente en países como India o China. Sin embargo, en la Unión Europea la relación es de 7-84. “En el escenario de las ‘políticas actuales’, los cobeneficios en la UE cubrirían alrededor del 7% de los costes de aplicar la política; en escenarios más ambiciosos (con mayores reducciones de contaminación), dichos cobeneficios podrían cubrir hasta un 84%-85% de los costes”, explica Jon Sampedro, coautor del estudio.
“Muchas veces se habla del cos- te que tendría un proceso de transformación para hacer frente al cambio climático y, sin embargo, los beneficios que esto traería suelen quedar diluidos por su horizonte temporal (suelen ser más a futuro) y, a veces, por su abstracción”, explica el investigador del BC3. “Coneste estudio hemostratado de dar un valor económico al problema de la contaminación para poder compararla con el coste de hacerle frente”.
La principal consecuencia del cambio climático sobre los sistemas sanitarios es la mayor demanda de servicios. Las temperaturas extremas agravan las enfermedades cardiovasculares y respiratorias. Los cambios del clima prolongan las estaciones de transmisión de enfermedades comoeldengueolamalaria y alteran su distribución geográfica. La polución ambiental aumenta las alteraciones respiratorias y los trastornos alérgicos. Pero el peor de todos los males son los fenómenos meteorológicos extremos, que cada año causan más de 60.000 muertes y dejan cientos de miles de heridos, según datos de la Organización Mundial de la Salud.
La entidad prevé que, entre el año 2030 y el 2050, el cambio climático cause unas 250.000 defunciones adicionales cada año, debido a la malnutrición, el paludismo, la diarrea y el estrés calórico. Por otro lado, estima que el coste de los daños directos para la salud (es decir, excluyendo los costes en los sectores determinantes para la salud, como la agricultura y el agua y el saneamiento) se sitúa entre 2.000 y 4.000 millones de dólares desde junio del 2016 al 2030. Una factura muy cara.