Una etiqueta ecológica para las finanzas
Bruselas trabaja en una hoja de ruta para reconducir el ahorro y la inversión hacia inversiones sostenibles
La Comisión Europea quiere impulsar la contribución del sector financiero en la lucha contra el cambio climático reconduciendo el ahorro y la inversión hacia proyectos empresariales sostenibles que ayuden a mitigar el impacto del calentamiento global y a descarbonizar la economía. El problema es que los números no salen. Como reconoce el vicepresidente económico de la Comisión Europea, Valdis Dombrovskis, de aquí al 2030 habría que invertir 180.000 millones de euros adicionales cada año para alcanzar los objetivos de sostenibilidad fijados en el acuerdo de París. De aquí el interés de Bruselas en las finanzas verdes, como se las conoce popularmente.
El ente comunitario está trabajando en un plan de acción para fomentar la inversión en sectores y actividades sostenibles. Una de las medidas estrella es la creación de una etiqueta ecológica para los productos financieros. Este sello, similar al que ya funciona con los alimentos ecológicos, identificará las ofertas del sector financiero que cumplan ciertos criterios medioambientales. La Comisión Europea está convencida de que existe una demanda de servicios financieros ecológicos entre los consumidores y entre los grandes fondos de inversión, y la puesta en marcha de la etiqueta facilitará la comercialización.
“Es pronto para saber en qué consistirá esta etiqueta, todavía se está creando el grupo de expertos técnico que debe definirla”, señala Adrián García Bruzón, responsable de análisis y estudios de Spainsif. En cuanto a los servicios financieros a los que se aplicará, el experto explica que inicialmente se empezará “por un estándar de bonos verdes”. Sin embargo, Bruselas reconoce que la creación de la etiqueta no
Millones de euros adicionales al año
debe invertir la Unión Europea para alcanzar en el 2030 los objetivos pactados en el Acuerdo de París, según el vicepresidente económico de la Comisión Europea, V. Dombrovskis será tarea fácil y, probablemente, no estará disponible hasta el 2020 como pronto.
Ya existen en Europa experiencias similares, aunque privadas. La agencia de certificación financiera luxemburguesa LuxFLAG cuenta con una etiqueta que valida fondos de inversión destinados a proyectos centrados en la mitigación y la adaptación al cambio climático. La francesa Novethic, especializada en el análisis de la inversión socialmente responsable (ISR), también posee su propio sello ISR.
La Asociación de Mercados Financieros de Europa (AFME, según sus siglas en inglés) ha dado la bienvenida al plan de la Comisión Europea. “El sector financiero ya lleva tiempo impulsando iniciativas relacionadas con las finanzas sostenibles de forma voluntaria. Como, por ejemplo, apoyando iniciativas de foros de inversión sostenible y responsable por todo el mundo, los Principios de Inversión Responsable o el desarrollo de productos financieros que incluyen los criterios ASG en sus decisiones de inversión”, explica García Bruzón.
El experto de Spainsif opina que “el sector financiero desempeña un papel fundamental en la lucha contra el cambio climático”. García Bruzón valora la capacidad del sector “para reorientar inversiones hacia tecnologías y proyectos sostenibles, financiar un crecimiento sostenible en el tiempo y contribuir a la transición a una economía circular de bajo carbono y resiliente al clima”.