Siglas que lo dicen todo
La versión más dinámica y prestacional de la gama Insignia recupera las míticas siglas GSi de Opel
Respuesta inmediata, máximo agarre y tracción, prestaciones excepcionales y mayor precisión de guiado. A grandes rasgos, esta podría ser la definición del concepto GSi de Opel, la familia de versiones de rendimiento mejorado inaugurada con el Kadett hace casi 35 años. Estas tres letras (Grand Sport Injection), también asociadas a otros modelos legendarios como el Manta o el Corsa, vuelven a la línea de productos de la firma alemana de la mano del Insignia, y pronto se extenderán a otras sagas, como la del veterano Corsa.
Siguiendo la tradición de los modelos GSi, Opel ha desarrollado no sólo un tren de rodaje específico, motores más potentes y los mejores componentes de suspensión, tracción, transmisión y frenada disponibles, sino que ha diseñado una imagen exterior propia con un marcado acento deportivo. Así, el nuevo Insignia GSi –disponible con carrocería Grand Sport (sedán) y Sports Tourer (familiar)– luce paragolpes específicos, spoiler trasero y difusor también únicos para esta variante, así como salidas de escape cromadas, llantas de 20 pulgadas exclusivas para este mode- lo calzadas con neumáticos Michelin Pilot Sport 4S en medidas 245/35 ZR20 desarrollados y optimizados específicamente.
Cuenta además con un equipo de frenos Brembo con pinzas de 4 pistones delante y discos de 345 mm, así como con una altura al suelo rebajada 10 mm, una puesta a punto de chasis y suspensión adaptada y dirección con asistencia eléctrica recalibrada. Además, para mejorar su capacidad de tracción, el insignia GSi equipa de serie el sistema AWD Twinster de Opel, con dos embragues en el diferencial trasero para una respuesta más inmediata.
Bajo el capó, dos opciones mecánicas de altas prestaciones: un 2.0 Turbo gasolina de 260 CV y 400 Nm de par motor, o un diésel también 2.0 CDTi BiTurbo con 210 CV y 480 Nm, ambos asociados como única opción de transmisión a una caja automática de ocho velocidades con un programa de gestión específicamente adaptado que incluye los modos de conducción Tour, Normal y Sport.
En el interior, el GSi también dispone de elementos de clara inspiración racing, como sus espectaculares asientos deportivos de tipo bacquet firmados por Opel y que cuentan con la certificación AGR para espaldas saludables. Muy confortables incluso para largas distancias, recogen perfectamente el cuerpo sin resultar excesivamente envolventes gracias a unas formas inspiradas en la cabeza de una cobra.
Pesan sólo 26 kilogramos –los Recaro del Corsa OPC pesan 28– y sitúan el punto H del conductor, el de las caderas, en una posición más baja para gozar de un control más instintivo sobre las reacciones del vehículo. Además, cuentan con memoria, función de masaje y están ventilados y calefactados, tanto el asiento como el respaldo.
El GSi dispone de elementos de clara inspiración racing, como los asientos deportivos bacquet Bajo el capó, dos opciones: un 2.0 Turbo gasolina de 260 CV o un diésel 2.0 CDTi BiTurbo de 210 CV