Tras las caídas
Las caídas de las bolsas durante el mes de febrero tuvieron su origen en EE.UU. y arrastraron de forma inmediata al resto de las bolsas mundiales. Un mes y medio después del inicio de las turbulencias, el Nasdaq vuelve a coquetear con los máximos históricos y el S&P500 ha recuperado dos tercios de la caída. Por el contrario, las bolsas europeas se encuentran muy cerca de los niveles mínimos de los últimos doce meses.
Los factores que apoyan una recuperación de las cotizaciones tras las caídas de febrero son varios: la moderación del incremento de los salarios en el mes de febrero, tras la distorsionada subida del mes de enero que precipitó las caídas; el suave discurso del BCE respecto a la inflación, y la falta de prisa por subir los tipos de interés. También, la consecución del acuerdo de gobierno en Alemania, que evita un nuevo foco de incertidumbre en Europa.
El fondo de mercado sigue siendo favorable, con buenos datos macroeconómicos, unos beneficios empresariales que superan las expectativas y unas condiciones financieras que, de momento, siguen a favor.
A pesar de lo anterior, el aviso de febrero supone una vuelta a la normalidad en cuanto a oscilaciones y volatilidad del mercado. Los riesgos que pueden contribuir a nuevos episodios de volatilidad se centran en tres frentes: una inflación superior a la esperada, principalmente en EE.UU., que desembocaría en subidas de tipos de interés mayores de las previstas; las medidas proteccionistas de Trump, que podrían desencadenar una guerra comercial, con un inevitable impacto negativo en el crecimiento económico mundial y la inflación; y la difícil gobernabilidad y adopción de reformas en Italia tras el resultado electoral.