Etiquetas inteligentes para comida envasada
ColorSensing ha desarrollado una solución que permite conocer el estado de la atmósfera interior de las bandejas Cada año se desperdician más de 1.300 millones de toneladas de comida en todo el mundo, con un impacto económico global de 990.000 millones de dólares (802 millones de euros). Una parte importante de estas pérdidas se debe a la falta de información, que además crea desconfianza. ColorSensing nace como solución a esta problemática y con la voluntad de ser el próximo estándar para asegurar la calidad y frescura de los productos de alimentación envasados entre los diferentes eslabones de la cadena de valor.
Esta spin-off de la Universitat de Barcelona lleva cinco años trabajando en un sistema de etiquetas para alimentos envasados que permite conocer qué está pasando dentro de las bandejas. “La comida es envasada en una atmósfera modifica que contiene un cóctel de gases que ayuda a que los alimentos aguanten más tiempo”, explica María Eugenia Martín, CEO de ColorSensing. “Nuestra etiqueta permite medir el estado de esta atmósfera en todo momento y sin necesidad de romper el embalaje”, añade. De este modo, se contribuye a proteger a los consumidores, reducir el desperdicio y asegurar la calidad durante los envíos.
Visualmente la etiqueta de ColorSensing es parecida a un código QR y su coste es similar al del código de barras. A diferencia de otras soluciones, ofrece la trazabilidad del RFID con el bajo coste de la colorimetría, que es la metodología en la que se basa la etiqueta.
El desarrollo de esta solución ha supuesto cinco años de investigación en el Departament d’Enginyeria Electrònica i Biomèdica de la Universitat de Barcelona. Con el objetivo de empezar a comercializar la etiqueta, se creó hace un año la spin-off ColorSensing, de la mano de María Eugenia Martín, Peter Pfeiffer, Ismael Benito y el Dr. J. Daniel Prades. La empresa emergente acaba de ser seleccionada para formar parte del programa de aceleración e incubación de start-ups Empenta, impulsado por Acció, Esadecreápolis, Esade y el Ayuntamiento de Sant Cugat. Paralelamente, ColorSensing ha realizado la solicitud de dos patentes en base a la tecnología desarrollada, está colaborando con el Institut de Recerca i Tecnologia Agroalimentàries (IRTA) y ya ha empezado a trabajar en la búsqueda de financiación para empezar a comercializar su etiqueta. En concreto Martín indica que precisan de 200.000 euros. ColorSensing es una ‘spin-off’ de la Universitat de Barcelona
El desarrollo de la etiqueta de ColorSensing ha supuesto cinco años de investigación