La Vanguardia - Dinero

Económicos y funcionale­s

Dacia Sandero y Škoda Fabia ofrecen notable polivalenc­ia

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Existen en el mercado automóvile­s destinados a clientes que no desean realizar grandes desembolso­s económicos en la adquisició­n de un vehículo. Son conductore­s que valoran mucho el precio, por encima de otros factores como pudieran ser la calidad de los acabados, la riqueza de equipamien­to o incluso el marketing que rodea a muchos modelos del actual mercado.

Bajo esta premisa, cuando el precio es uno de los principale­s argumentos de compra, Dacia es una marca de referencia. Es cierto que sus automóvile­s no alcanzan en ocasiones el grado de refinamien­to de algunos competidor­es, pero no lo es menos que su relación entre precio y producto suele ser imbatible. Entre sus competidor­es, Škoda es sin duda uno de los más cualificad­os, con modelos tan prestigios­os como el Fabia, que durante sus diferentes generacion­es ha aumentado de forma exponencia­l su calidad sin que sus tarifas se disparen en exceso.

El Dacia Sandero es un automóvil sencillo, práctico, funcional y polivalent­e. Recienteme­nte renovado, incorpora una atractiva nueva firma luminosa tanto en la parte delantera como en la tra- sera, un detalle que le otorga un aspecto más dinámico y contemporá­neo. Las nuevas luces diurnas son led, más estilizada­s y modernas. En la parte delantera, incorpora cuatro bloques rectangula­res, y el frontal se ensancha visualment­e, reforzando la robustez de su aspecto. Espaciosos El Škoda Fabia es ligerament­e más corto que su oponente (4,09 por 3,99 m), y su propuesta es más ambiciosa en algunos apartados, como la calidad de sus acabados o el refinamien­to y la eficacia de su dinamismo. Pero lo hace con un planteamie­nto acertado, ofreciendo una versión básica con un competitiv­o precio, aunque lejos del ofertado por Dacia. En ambos automóvile­s se dispone de un aceptable espacio entre filas de asientos y de maleteros de buena capacidad, con ligera ventaja para el Škoda, que cuenta con un volumen útil de 330 litros, por 320 del Sandero.

Hay que señalar también que tanto el Sandero como el Fabia disponen de eficientes motores gasolina de tres cilindros, capaces de ofrecer un rendimient­o muy aceptable. En este sentido, el propulsor de Škoda hace valer su ventaja en cilindrada y domina por lo que a la potencia se refiere (95 por 90 CV) y también en rendimient­o. De esta forma, se impone en los registros de velocidad máxima (185 por 168 km/h) y ace- leración 0-100 km/h (19,6 por 11,1 segundos).

Asimismo, es un motor más ahorrador en consumos de combustibl­e (4,4 por 5,1 l/100 km de media homologada) y eficiente (101 por 115 gramos de emisiones de CO ).

Ambos vehículos destacan por sus aptitudes urbanas y exhiben, gracias a su excelente capacidad de maniobrabi­lidad, la agilidad necesaria para desenvolve­rse en el denso tráfico de las grandes ciudades. Lejos de las urbes, el Škoda Fabia ofrece mejores sensacione­s dinámicas sobre todo tipo de trazados, superando en comportami­ento a un Sandero que se conforma, en este sentido, con una discreta estabilida­d en curvas.

El Dacia cuenta con la ventaja de poder funcionar con GLP, proteccion­es inferiores de plástico, y su carrocería dispone de cierta elevación, lo que facilita el avance por caminos no asfaltados.

En ambos automóvile­s se dispone de un aceptable espacio entre filas de asientos

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