EXPOSICIÓN AL PINYA, UN CICLÓN EXPLOSIVO EN ‘PANTA REI’
La imagen del autor no se relaciona, a veces, con su icono plástico; otras, refleja la idiosincrasia de su artífice. Pinya es un ciclón explosivo, va como un cohete por la vida, lanzándose sin red; es así, dinámico, intenso, incisivo, limpio, líquido, consecuente, fiel. Tiene sed y la apaga poniendo su pasión a galopar con el viento, con el sueño.
Al Pinya (Palma de Mallorca, 1985) se matriculó en el 2003 en la Universitat Politècnica de València para cursar allí Bellas Artes, pero al poco de iniciar el curso, dejó el centro en desacuerdo con los contenidos y se formó por libre. Se define autodidacta. En el 2007, es primer premio de Arte Jove del Gobierno de Baleares y hace su primera individual; desde entonces ha expuesto en Suiza, Alemania, España, Rusia, Italia y en noviembre celebrará su décimo octava personal en Monza.
Comprometido ecologista, con la rehabilitación de la cocina tradicional mallorquina, con la naturalidad, con la trans- parencia, con la libertad, ahora da una vuelta de tuerca y en Panta rei, exhibe “una especie de abstracción psicodélica”, lejos de lo anterior, afirmando trabajar “desde la percepción sensorial. Rebelarme a lo permanente y a lo estático. Como la poesía de la inexperiencia”.
Hace diez años que no exponía en Palma: vídeo, escultura, instalación, pintura, con la colaboración del músico Joan Miquel Oliver, ahorman un jardín donde crecen alas al pensamiento, a la primavera, a la sonrisa, a la frescura, a lo que fluye y cambia en tiempo de mudanza.
Ironía, un toque pop, aliento originario, emoción y unas gotas de enigma; inteligencia, claridad, espontaneidad y solercia logran un lenguaje que le identifica, como en La bús- queda del paradigma, 2018, técnica mixta sobre tela, 150x150 cm, 9.000 euros, reproducida.
Ha participado en prestigiosas ferias: en el 2014 fue premio AECA en ARCOal mejor artista español vivo. Después, Medalla de Honor del premio BMWdePintura, Achile Bonito Oliva le seleccionó para su proyecto en el Museo Vostell ¡Es mucho, a sus años, pero, él busca más, aquí lo evidencia!