Un crossover con estilo
El CX-3 es uno de los modelos más atractivos de su segmento, sobre todo la versión gasolina de 150 CV
Con el CX-3 y el CX-5, Mazda dispone de una atractiva oferta de modelos crossovers. Ambos basan buena parte de su éxito en el diseño, el denominado Kodo (“alma del movimiento”), que tan buenos resultados está dando a la firma japonesa. La competencia es cada vez más fuerte y numerosa en el segmento B de los SUV, pero el CX-3 no cede terreno y continúa siendo uno de los más deseados.
Con sus 4,27 m de longitud total y 1,76 m de anchura, el diseño es uno de sus puntos fuertes, basado en una imagen muy estilizada y similar al estilo de un coupé. Las formas de su carrocería, baja, ancha y con una elevada cintura, trasmiten dinamismo y diversión, mostrándose idónea para clientes con estilo de vida activa. Muy atractivo se muestra también su frontal, con presencia de una potente parrilla de siete lamas, que se extiende hasta conectar con los grupos ópticos.
De correctas cotas de habitabilidad, el interior ofrece unas plazas delanteras confortables y espaciosas, con un asiento del conductor provisto de buenas posibilidades de regulación. El CX-3 destaca por la percepción de calidad que transmiten sus materiales, siempre muy correctos al tacto. La capacidad del maletero, con un volumen útil de 350 litros, es correcta, situándose en la media del segmento. Tracción integral La gama CX-3 dispone de una versión denominada i-ACTIV AWD, dotada de un sistema de tracción integral inteligente. Está gestionada gracias a 27 sensores que analizan las condiciones 200 veces por segundo. Envía tracción a las ruedas traseras cuando las delanteras patinan y su eficacia garantiza la mayor seguridad cuando ese circula por superficies de adherencia precaria.
La oferta de motores cuenta con un agradable bloque de gasolina de 4 cilindros, capaz de ofrecer 150 CV. Combinado con un
Dinámico. La versión equipada con tracción integral inteligente y cambio automático ofrece al conductor diversión y eficacia.
Estilo. El look del CX-3 de Mazda suele despertar admiración entre los amantes de los crossovers compactos.
Consumo urbano. La cifra homologada de consumo de combustible en ciclo urbano se acerca a los 8 litros a los 100 km.
Plazas traseras. Ni por anchura ni por distancia entre filas de asientos, las plazas traseras no son un punto fuerte. cambio automático de seis velocidades, las aceleraciones son enérgicas desde bajas revoluciones, mostrando siempre la respuesta necesaria a las exigencias del conductor. Sus consumos reales son satisfactorios, sobre todo en los desplazamientos interurbanos.
La conducción del CX-3 es divertida y segura. La tecnología G-Vectoring Control de Mazda genera en el conductor la sensación de que todo está siempre bajo control. Cualquier tipo de acción transcurre con suavidad y progresividad, incluso cuando se trata de enérgicas aceleraciones o de potentes frenadas. La dirección es precisa y transmite siempre al conductor lo que está pasando, garantizando una óptima conexión entre conductor y vehículo. Finalmente, el equipo de frenos actúa con precisión y potencia en todas circunstancias.
Mazda cuenta con una dotación de equipamiento de altura. Las tecnologías reunidas en el MZD Connect permiten disfrutar de grandes posibilidades de conectividad, centradas en acciones como la realización de llamadas telefónicas, la información del tráfico en tiempo real, la utilización de las redes sociales, etcétera. También es posible disfrutar de aplicaciones útiles para controlar el consumo de combustible o el estado del sistema i-STOP.
Siguiendo con los sistemas de seguridad, el CX-3 puede equipar un control de crucero adaptativo que utiliza un radar para regular la distancia de seguridad con el vehículo precedente, ajustando acelerador y freno para mantener en todo momento la distancia.