Los amuletos que marcan época
Thomas Sabo Fue creada en 1984 en el sur de Alemania y hoy está presente en todo el mundo
Extravagantes, con posibilidad de infinitas combinaciones y capaces de adaptarse a las personalidades más diversas, los amuletos o charms de Thomas Sabo abrieron un camino distinto en la joyería. Es una apuesta por el coleccionismo y por la versatilidad más camaleónica a la que muchas otras marcas se han apuntado, porque el éxito es seguro.
Thomas Sabo, reconoce su directora creativa Susanne Kölbli, ha sabido sacar el máximo partido de “la personalización de joyas, talismanes y símbolos vinta
ge favoritos de cada uno”. Así es como esta empresa de presencia internacional fundada en 1984 por quien le da el nombre en el sur de Alemania (en Lauf an der Pegnitz) “se ha situado a la cabeza del segmento de joyería, relojes y accesorios con la comercialización de productos de estilo de vida, tanto para hombres como para mujeres”.
Con 300 tiendas propias repartidas por los cinco continentes y cerca de 1.860 empleados, la firma ha celebrado este año su emplazamiento en el sector con la colección más identitaria. Se trata de la Generation Charm Club, que le da una vuelta de tuerca al universo de los charms. Son 260 piezas totalmente nuevas elaboradas en plata de ley 925 y en ocasiones embellecidos con baños de oro amarillo de 18 quilates. Todo resuelto en estilismos con un punto
retro, charms enormes, monopendientes sobredimensionados y una variadísima gama de cadenas, pulseras y aros donde lucirlos. “Mucho más camaleónicos de lo que siempre ha sido Thomas Sabo cuando precisamente esa es su principal señal de identidad”, explica Susanne Kölbli.
Pero, más allá de esta personalización y versatilidad, otra de las apuestas que han hecho crecer a la compañía ha sido su insistencia temprana en piezas que puede lucir el hombre: Precisamente el año pasado celebraba los diez años Rebel at heart, la línea que ha marcado el segmento de joyería masculina. Otro momento de inflexión de la marca fue el fichaje en el 2012 de estrellas como Poppy Delevingne y David Garrett para su campaña internacional, así como el lanzamiento en 2014, de la línea de joyas Karma Beads (con Georgia May Jagger y Nico Rosberg como modelos). También entonces, en el 2014 Thomas Sabo lanzó su primera colección de alta joyería, con modelos en oro rosa, amarillo y blanco de 18 quilates, así como plata de ley 925, diamantes y otras gemas.