La economía mira a los materiales renovables
La bioeconomía se basa en el uso de recursos biológicos para sustituir los productos derivados del petróleo
El sistema energético lleva años sumi do en una transición hacia fuentes energéticas renovables en detrimento de los combustibles fósiles, un recurso finito y principal causante del cambio climático. Pero la energía no es el único bien dependiente de los recursos fósiles. Una parte importante de los productos y materiales de nuestro día adía está realizada con plástico, un derivado del petróleo difícilmente reciclable y cuyos residuos son ya un problema de primer orden.
La alternativa a la actual economía fósil se conoce como bioeconomía. Esta plantea el uso de recursos biológicos– renovables y bio degradables–paras us ti tu ir los productos derivados del petróleo, entre otros. En esta nueva economía el plástico es sustituido por bioplásticos, la madera se convierte en un material bá- sico, en especial en el ámbito de la construcción, y los residuos de la industria agroalimentaria y forestal son reaprovechados como materia prima.
“La bioeconomía es la oportunidad de negocio más importante que existe en la actualidad en términos de generación de riqueza y de puestos de trabajo. Además reúne tres ingredientes clave que son la sostenibilidad ambiental, la inclusión territorial y la innovación”, señala Marc Palahí, barcelonés que dirige el Instituto Forestal Europeo. Pero Palahí advierte de que la transición no será fácil ni rápida: “Llevamos 200 años viviendo en una economía basada en un paradigma fósil, y el cambio requerirá inversión, innovación, nuevas infraestructuras y compromiso por parte de las instituciones políticas”. El experto haestado esta semana en Barcelona con motivo del II Congreso Internacional de Bioeconomía, organizado por el Grupo Cooperativo Caja mar y la Asociación de Parques Científicos y Tecnológicos de España.
La Estrategia Española de Bioeconomía para el 2030 define la bioeconomía como “el conjunto de las actividades económicas que obtienen productos y servicios y que generan valor económico utilizando como materia prima recursos de origen biológico”. Estas actividades deben ser además sostenibles en el tiempo: “Hay que garantizar que se mantenga el uso de los medios (agua, tierra, biodiversidad, paisaje, etcétera) con los que se obtienen los recursos biológicos”, señala Manuel Lainez, coordinador del grupo de trabajo de la Estrategia Española y director del Instituto Nacional de Investigación Agraria y Tecnología Agroalimentaria.
“La bioeconomía abarca sectores muy maduros, como el alimentario o la agricultura, y otros con un gran recorrido por delante, como el forestal ”, indica Lainez. En esta misma dirección, Palahíd estaca que “los bosques son la principal fuente de recursos renovables que no compiten con la producción de alimentos, a diferencia de los bio combustibles ”. El director del Instituto Forestal Eu- ropeo señala además que “la gestión forestal genera puestos de trabajo en zonas rurales, un aspecto muy importante para la cohesión territorial”. Unos bosques bajo gestión son también menos vulnerables a incendios. El 64% de Ca tal un ya es superficie forestal, y se estima que en la actualidad sólo se aprovecha entre el 25% y el 30% de la capacidad productiva maderera de los bosques.
Con el objetivo de promover la transición hacia la bioeconomía, 16 universidades y centros de investigación europeos, entre ellos la Universitat Autònoma de Barcelona, abrirán el acceso a sus instalaciones al personal investigador y a empresas del campo de la biotecnología industrial, en el marco del proyecto europeo Ibisba 1.0 (Industrial Biotechnology Innovation and Synthetic Biology Accelerator 1.0), dotado con cinco millones de euros.