Precios sin control en Venezuela
La hiperinflación sitúa al país al borde de la inoperatividad empresarial y de una crisis humanitaria
¿Cuál es el país donde con el salario mínimo mensual sólo se puede comprarunalatadeatún ynodani para dos rollos de papel higiénico? ¿En qué lugar del planeta el trabajador necesitaría ahorrar más de tres añosparacomprarlacesta básica dealimentos? ¿Dóndehayque viajar para que te cobren el hotel al final de la estancia porque el precio de la habitación se devalúa la mitad en quince días?
La respuesta siempre es la misma: Venezuela. El país está luchando contra la hiperinflación, al punto que el gobierno ha dejado de imprimir billetes, porque el valor intrínseco del papel es superior al dela moneda. Steve Hanke, dela John Hopkins University estima que en la actualidad se sitúa en el 27.000%. “Esta va a ser la inflación más alta en la historia de América Latina, si no se hace algo”, advirtió el economista Orlando Ochoa, citado por medios locales.
Por su parte, la Asamblea Nacional anunció que la inflación cerró en mayo con una tasa interanual de24.571%, conunincrementodel 110,1% tan solo durante ese mes. Esto significa que en promedio los precios se multiplicaron por dos en 30 días. La entidad Barclays pronostica que a finales de año la tasa de inflación llegará a un estratosférico 207.315%.
“Si tuviera un millón de dólares en bolívares, al cabo de tres meses tendría polvo cósmico”, señala a este diario el economista venezolano Ángel García, director de la consultora Econométrica. “Ningún país en la historia ha sobrevivido a tasas de inflación de esta magnitud. Hay un serio riesgo de hambruna”, advierte.
El gobierno de Caracas planea una subida del salario mínimo (lo ha aumentado 44 veces desde la llegada al poder de los chavistas en 1998). El último incremento, anunciado por Nicolás Maduro el 20 de junio, lo fija en 5.196.000 bolívares. Pero servirá de poco. La consultora Ecoanalítica ha hecho un cálculo significativo: “Si tenemos en cuenta que los precios están variando en promedio cerca del 2,9% diario, al 1 de julio el “ingreso mínimo integral”, que añade al salario mínimo el bono de alimentación, habrá perdido cerca del 25% de su valor actual. A finales de mes su poder de compra se habrá reducido cerca del 68%”. Es decir, que los efectos de la subida se habrán desvanecido en 10 días.
Asimismo, el Ejecutivo quiere introducir una nueva divisa, “el bolívar soberano”, que permitiría, entre otras cosas, aliviar los cálculos contables. Pero su puesta en marcha ha sido aplazada. La asociación bancaria Asobanca constata la imposibilidad de recoger en un período tan corto 16.000 millonesdepiezasqueseencuentranen circulación.
Ante la devaluación de la moneda, existe una dramática crisis de efectivo. Los ciudadanos cambian pequeñas cantidades de dólares para gastos corrientes. El resultado es que los indicadores de la liquidez se encuentran en mínimos históricos. Los ciudadanos (los que pueden) operan mediante medios electrónicos mientras que para las empresas uno de los principales problemaspodríaserelpago de transporte a los empleados, con el riesgo de perjudicar la operatividad.
Las cuentas públicas también están en situación crítica. Para el equilibrio presupuestario se necesitaría un barril de petróleo que cotizara en másde220dólares, un nivel nunca alcanzado en la historia (hoy ronda los setenta). Venezuela cuenta con las mayores reservas de petróleo del mundo (variedad pesada), pero las exportaciones (que son el 95% del total) enelúltimoañosehanreducido un 40%.
De acuerdo con Reuters, la petrolera estatal Pdsva estaría a punto de alegar causas de fuerza mayor para justificar el retraso en las entregas. Ante la falta de inversiones, las extracciones del crudo venezolano están en mínimos de 30 años y la producción sólo alcanzaría a cumplir la mitad de lo estipulado en los contratos. El bloqueo comercial de EE.UU. agrava más las cosas y el secuestro de unas plantas productivas obtenido por la petrolera ConocoPhillips deja la industria local sin recursos.
Si se mira al PIB, el cuadro también es desolador. La economía de Venezuela corre el riesgo de contraerse por tercer año consecutivo a un ritmo de dos dígitos. Después de la corrección del 16% en el 2016 ydel14% enel2017, este año debería acabar con una caída del 15%. Más que hablar de recesión, los analistas emplean términos como “emergencia humanitaria”. La tasa de homicidios es la segunda del mundo.
La emigración no para de aumentar. Se calcula que cada mes 30.000 personas abandonan el país. En los próximos meses hasta dos millones de venezolanos pueden migrar hacia Colombia, lo que causaría un serio problema en el país vecino.
La tasa de inflación ronda el 27.000% y el Gobierno planea sin éxito introducir una nueva divisa La mayor fuente de recursos es el petróleo, pero la producción está en mínimos de hace 30 años