CRÍTICA DE ARTE EL MONSTRUO, SEGÚN SAURA
Antonio Saura Pintura, dibujo, collage | Galería Mayoral | Barcelona | Precios de
35.000 a 300.000 euros | Hasta el 25 de julio | Tel. 93 488 02 83 En su actual etapa, la galería Mayoral se caracteriza por una programación claramente orientada hacia el mejor arte de vanguardia, especialmente el realizado a mediados del siglo XX en los contextos catalán y español. Con menor frecuencia, también dedica muestras excelentes a algún artista de otros países. En este último caso, hasta ahora su actuación se ha limitado a artistas vinculados al arte catalán, por ejemplo Alexander Calder, amigo y cómplice de Joan Miró. La exposición actual está dedicada a Antonio Saura (Huesca, 1930–Cuenca, 1998), un pintor que en vida pudo presentar en Barcelona algunas exposiciones memorables, pero cuya presencia en esta ciudad ha sido escasa en los últimos diez años.
La selección incluye algunas de sus mejores pinturas, que poseen y transmiten una belleza no nacida de la armonía, sino del desorden de los sentidos y de la intensidad en el descubrir y en el sentir. Ese sentimiento puede ser consecuencia de un miedo a la destrucción ajena o propia, o de un rechazo ideológico del abuso de poder, o del propio deseo sexual, sensual o metafísico. Los bellos monstruos y monstruas de Antonio Saura son barrocos y polisémicos, además de modernos y expresionistas.
Una de esas pinturas importantes que expone Mayoral es Salvatierra, que formó parte de la selección de la Bienal de Venecia de 1958. Otra, menos conocida, pero igualmente excelente, es Ariza I, un retrato de 1963 (ver reproducción).
Además de las obras, la muestra expone en vitrinas algunos textos significativos de este pintor y escritor. En Programio, Saura revela sus intenciones con frases como estas: “Pintar las formas y los seres eternamente inestables que nos envía la espuma del mar”. “Pintar el cementerio de las almas fósiles”. “Pintar la serenidad de los cielos-gacelas”. “Pintar los espectros de las piedras”. “Pintar crepúsculos negros”. “Pintar los monstruos de mi nueva mitología bárbara”.
Pues sí: Antonio Saura era un extrasurrealista tan barroco como moderno.