Al gusto europeo
Con una imagen moderna y atlética y una distribución más eficiente del espacio, la tercera generación del compacto coreano llega en septiembre
La calidad de los componentes es excelente, al igual que sus remates y los materiales interiores Las inserciones decorativas interiores, en cromo satinado y negro brillante, son elegantes y discretas
Históricamente, el segmento C ha sido uno de los más competidos del mercado europeo, donde el liderazgo en ventas es sinónimo inequívoco de calidad, competitividad y trabajo bien hecho. Los fabricantes suelen mostrar su potencial industrial en las grandes berlinas, pero son los compactos los modelos que verdaderamente aportan volumen y atraen a nuevos clientes a la marca. Es una categoría transversal con una gran variedad de usuarios y necesidades, por eso resulta fundamental que el producto esté bien posicionado y sea atractivo, equilibrado y funcional.
En Kia hace años que son conscientes de las exigencias de los mercados europeos, y de las particularidades de esta categoría, en la que el diseño es el principal argumento de compra, seguido del equipamiento y los bajos costes de mantenimiento. Por ello, en 2007 lanzaron el cee’d, el primer modelo dedicado de su gama expresamente para el Viejo Continente. En 2012 llegó la segunda generación y ahora se anuncia la tercera, que se pondrá a la venta en septiembre.
La versión 2018 del hatchback coreano trae consigo numerosos cambios con el objetivo de aumentar el protagonismo de los compactos en las cifras de ventas de la compañía asiática en Europa. El primero es la adaptación de su nombre–acrónimodeCommunity of Europe with European Design–, que pierde el apóstrofe y adopta la mayúscula (para facilitar las búsquedas en Google, según sus res-