Sisteplant ayuda a buscar la excelencia
Diagnosis: en la industria española existen empresas muy avanzadas y otras mal preparadas para el salto
Pocos sabrían decir por qué Gestamp, Ficosa o Inditex son campeones industriales de talla mundial
No es, ni mucho menos, una empresa novicia incubada al calorcito digital. Nació en 1984 con vocación de apoyar a la industria vasca para ganar competitividad. Contó con el respaldo del fondo de inversión Talde y de la corporación IBV, pero hoy su capital está al 100% en manos de la familia fundadora. Es la primera frase de Alfonso Ganzábal, su director general, en su conversación con Dinero. ¿Cifras? Facturó 9,5 millones de euros en el 2017 y en el 2018 espera cruzar los 11 millones.
Dicho esto, toca hablar de lo que ha dado en llamarse industria 4.0. Ganzábal hace aterrizar el eslogan. “Observamos en España dos velocidades en las empresas industriales. Algunas muy avanzadas, en ciertos sectores, o muy atrasadas en otros. Nos afecta en que nos obliga a ser punteros y a la vez seguir vendiendo versiones anteriores del producto –llamado, no por casualidad, Manufacturing Intelligence–, porque no todos los clientes están preparados para dar el salto a la versión 4.0”.
Abunda Ganzábal en esa idea de las dos velocidades: “En el mundo industrial circulan ideas en las que quizá mi cliente no está pensando, porque ya tiene bastante con su día a día. Ahí entra nuestro papel de consultoría, que alimenta el 40% de los ingresos de Sisteplant [el 60% son licencias de software e implantación]. Sería necio por nuestra parte no intentar convencerle, pero tenemos que respetar su circunstancia. Hemos dado el salto a nuestra cuarta generación cuando el mercado todavía está a la altura de la tercera o más atrás”. Confía en que los rezagados migrarán aunque sólo sea por no perder la rueda de sus competidores.
Con sede en Derio (Bizkaia), Sisteplant cuenta con oficinas en Barcelona, Madrid y Sevilla, además de delegaciones en México y Brasil. En la actualidad prepara su implantación en Estados Unidos, donde ya tiene instalaciones. Según Ganzábal, el modelo de lean manufacturing que ha imperado durante décadas da signos de agotamiento. La digitalización requiere otra cultura industrial, alineada con el modelo de negocio.
Cuando se le pide identificar los sectores más avanzados, menciona dos previsibles: aeronáutico y automoción. La industria de alimentación, según él, también vive bajo influencias globales, pero no todos sus segmentos están actualizados: empresas que han crecido desordenadamente, gestionando unos nichos mejor que otros, y tienen necesidad de acabar con los compartimentos estancos. “Algunas han reforzado su dominio de una determinada tecnología de fabricación, pero no se han ocupado de asociarla a un modelo de gestión del conocimiento –explica–. Puede ocurrir que el éxito comercial de un producto les hiciera perder de vista la necesidad de alinearlos; de esto se ocupa nuestra plataforma”.
Además de lucir en mesas redondas y presentaciones –dice–, el concepto de industria 4.0 ha de demostrar que es rentable y sensato, aplicable allí donde genere retorno viable, porque “no todos los eslabones de la cadena productiva son equivalentes [...] lo corriente es que un área esté avanzada, porque se ha hecho una inversión que, cuando sea el momento, permitirá su extensión a otras. La premisa es trazar una hoja de ruta para que todas las áreas puedan coexistir sin que la organización se parta en hemisferios desiguales”.
La internacionalización ha sido un estímulo para modernizar la industria española. “Lo sabemos por experiencia directa [...], pero mi impresión es que en España sufrimos un cierto complejo. Tenemos campeones industriales de talla mundial, pero poca gente sabría responder qué hacen Gestamp, Ficosa o Inditex [a esta la reconocen por su marca, no por su modelo de fabricación]”. La lista de clientes de Sisteplant incluye nombres como Airbus, Nutrexpa, Mercedes Benz, Nissan, Navantia, Endesa, CAF, Talgo, y así hasta dos millares.
Ganzábal opta por detenerse en Gestamp, coloso de la industria auxiliar de la automoción que es uno de sus grandes clientes. “Empezamos con ellos en el 2001; tenían, creo, 14 plantas en España y Portugal, ahora están en veintitantos países trabajando con el mismo modelo de gestión de la información”. La charla fue más prolija, pero el papel es finito.