La pequeña luz se hace mayor
En un mercado energético español dominado por las ‘majors’, las ‘start-ups’ aceleran y ganan terreno entre pymes y particulares con una firme apuesta por las renovables
29 En la actualidad hay más de 29 millones de contratos domésticos de luz en España
Las pequeñas se hacen grandes. En un terreno complejo e inexplorado hasta hace menos de un cuarto de siglo, las start-ups energéticas se hacen hueco. Con clics de innovación, dosis de creatividad y un compromiso desde la base con la eficiencia energética y las soluciones renovables las independientes se están abriendo paso en el mercado eléctrico y gasístico en España. Son las pequeñas empresas, que bajo la sombra de los potentes grupos multinacionales ya ven la luz, y cada vez con más intensidad. Las nuevas ganan terreno, y con velocidad, en una batalla en la que cada cliente es importante, con las pymes a la cabeza. Hace unos años estas empresas eran auténticas desconocidas. Algunas ni existían. Pero hoy, la pequeña luz se hace mayor.
Endesa, Iberdrola, Naturgy, EDP y Viesgo mandan en España. Entre las cinco majors controlan la totalidad del mercado regulado de la electricidad, y se reparten más del 90% del mercado libre. Aquí es donde aparecen las pequeñas comercializadoras, con presupuestos ajustados de marketing en comparación con las grandes corporaciones pero convertidas en marcas cada vez más presentes en las empresas y hogares de España pese a la dificultad de abrirse camino en un sector con actores tan arraigados. Esta cuota de mercado tan reducida, de menos del 10%, choca con lo que ocurre en otros países de Europa, con un pastel más repartido entre los diferentes operadores. Desde 1997, año en el que se inicia la transición gradual hacia la liberalización del mercado eléctrico, muchas son las
start-ups que se han iluminado para ofrecer alternativas en la contratación de servicios de luz y gas –en particular– y energía –en general–.
Factorenergia es uno de los nuevos competidores en el panorama energético. La que abrió las puertas al resto de empresas. Una start- up pionera, cuando en 1999 se convierte en la primera autorizada para la comercialización de electricidad tras el proceso de liberalización y que ya suma más de 70.000 clientes. “Muchos no lo saben, pero somos el cuarto operador para pymes en España y ya superamos los 20.000 usuarios domésticos”. Ysubiendo. Son las palabras de Emilio Rousaud, fundador y director general de la compañía, que reflejan una realidad muy desapercibida para el público en general: las grandes empresas y, principalmente, las pymes, son a día de hoy los principales clientes de las pequeñas comercializadoras. ¿Las razones? En primer lugar porque la liberalización no llegó a los hogares hasta 2009, y en segundo porque el grado de conciencia de la factura de la luz o gas entre los particulares es bajo. “El cliente doméstico no toma decisiones de compra como ocurre en las empresas, tiene otras prioridades”, asegura Rousaud, lo que significa que el particular no sabe en muchas ocasiones a qué precio se paga la electricidad y, por tanto, desconoce el ahorro que supondría un cambio de comercializadora.
Este es un punto importante. El servicio cercano al cliente y la continua innovación en soluciones relacionadas con las energías renovables son los dos factores que mejor describen a las start-ups energéticas. Una de las apuestas fuertes de la compañía es la división de gas natural. Entre los proyectos más ambiciosos, Factorenergia entrará en la comercialización de gas natural licuado e impulsará el suministro de gas natural en gasolineras. El objetivo es alcanzar los 100.000 clientes en el negocio del gas en 2019, para lo que se han establecido cuatro tarifas sin permanencia con precios indexados y fijos.
Otro nombre propio es el de Carlota Pi, una de las fundadoras, junto a Ferrán Nogué y Oriol Vila, de Holaluz. La compañía nació con una propuesta de valor pintada de verde, en la que el 100% de la energía suministrada es renovable. Para esta start-up con 150.000 clientes entre particulares y pymes y una media de 300 altas diarias, la energía verde no es un lujo. “Nos lo han hecho creer en los últimos años, pero es posible estar comprometido con el medio ambiente y encima ahorrar dinero”, incide Pi. Desde la compañía apuntan hacia un modelo sostenible en el que cada usuario puede administrar y poseer su propia energía. “Prosumers en lugar de consumidores”, les llaman. Un claro ejemplo es el impulso del negocio de las baterías, gracias al acuerdo alcanzado con Tesla para convertirse en el primer “instalador certificado” para España y Portugal de sus baterías inteligentes. En Factorenergía, por su parte, trabajan en la implantación de puntos de carga de
Emilio Rousaud fundó Factorenergia y abrió camino en España al resto de las ‘start-ups’ energéticas
vehículos eléctricos a coste cero.
Pero, ¿cómo abrirse paso en un mercado tan competitivo y liderado por los grandes grupos? “Los consumidores estaban esperando algo así”, asegura la fundadora de Holaluz. Para afirmarlo se basa en un estudio elaborado junto a una consultora independiente. Según el mismo, el 27% de las personas encuestadas mostró una opinión muy negativa de la industria energética. Para Holaluz, uno de los hitos ha sido lograr un cambio de percepción entre la población. “Solo el 1% de nuestros clientes en dicha encuesta tiene una mala imagen de las compañías de nuestro sector”, asegura Pi. Para Rousaud, la clave radica en transformarse; dar el paso de compañía suministradora a prestadora de servicios.
DATO
1999
Pionera tras la liberalización Factorenergia nace como la primera empresa eléctrica autorizada para la comercialización de electricidad tras la liberalización del mercado en España
140
millones de facturación en el 2017 Holaluz ha logrado un crecimiento en el número de clientes en todo el territorio español. Acumula un total de 150.000, con un ritmo de 300 altas diarias