Vino, la calidad señala el camino
Catalunya cuenta con una estructura empresarial con bastante buena pinta. Incluso en sectores en que parecía que el esfuerzo de adaptación al mercado y a la competencia era más complicado encontramos casos exitosos. Uno de ellos es el del vino, y más concretamente lo que opera bajo denominación de origen (DO). Una DOestablece unas normas estrictas sobre la uva y la elaboración que supervisa y controla un consejo regulador. Como marca compartida, la DOactúa en la garantía de calidad. En Catalunya hay once y en general gozan de buena salud, un buen síntoma tanto para la oferta como para la demanda. En el lado de la oferta encontramos la apuesta por la calidad, una apuesta hermana que emprendió hace años el sector industrial y buena parte de los servicios, como una vía necesaria, que no suficiente, para ser competitivos. En el caso del vino tiene quizá más valor, al tratarse de un sector que era muy tradicional, conservador y disperso y que no tenía un producto que el mercado fuera capaz de identificar y valorar. Las once DOde vino de Catalunya, totalmente consolidadas, representan un esfuerzo de alineación en torno a la necesidad de diferenciarse y apoyarse en calidad fiable.
El esfuerzo y el acierto del sector productor han venido acompañados de cambios por parte del consumidor catalán, que ha hecho una apuesta en un triple sentido. En primer lugar, inclinándose por el consumo de vino con DO. Con datos de Nielsen para el Incavi, en el 2017 el 57% de los 90 millones de litros vendidos era con DO(78% del valor en euros). Eso, después de que se vendieran once millones de litros más que cinco años atrás. En este periodo, el vino sin DOcaía en un millón de litros. En segundo lugar, el mercado catalán ha descubierto que aquí también se hacen buenos vinos. Si en el 2012 la DOmásvendida era Rioja, que copaba el 33% del mercado, y la suma de las DOcatalanas copaba el 29%, en el 2017 estas últimas son el 36%, frente al 27% el Rioja. El
sorpasso se ha dado tanto en la venta en el sector de la alimentación como el de la hostelería.
En tercer lugar, el mercado catalán descubre la diversidad territorial de oferta. Los vinos más dinámicos en este mercado los encontramos en el sur: del 2012 al 2017 la DO Montsant ha pasado del cuarto de millón de litros a 1,2 millones; la DO Terra Alta, de un tercio de millón a 1,7 millones. ¡En cinco años! La DOPriorat, muy consolidada internacionalmente, casi ha doblado la venta para situarse en unos 850.000 litros.
Tenemos la suerte de ser un mercado cada vez más exigente, que descubre y reconoce el esfuerzo de miles de implicados que no tenían otra salida que la diferenciación y la calidad, por cierto, avalada internacionalmente. Que eso esté pasando en un sector profundamente arraigado en la tierra le da un valor muy especial. Ycomo dice una alegre obra de Mozart: “¡Oh, compañeros, alcemos los vasos!”. Olas copas. Larga vida a las DOy a todos los que apuestan por la calidad, produzca lo que produzca.
‘Sorpasso’ La suma de las DO catalanas ha pasado en cinco años de representar el 29% de las ventas al 36%, y ha superado al Rioja