La herencia de Lehman Brothers
Diez años después, la quiebra del banco forma ya parte de la cultura popular. Cine y teatro recuerdan aquellos días. ¿Qué hemos aprendido de la gran recesión?
“La sensación que experimentan las personas cuando se ponen al límite de esta manera no es el miedo a caerse... es el miedo a que salten”. Y muchos fueron los que al final saltaron, saltaron al vacío (metafóricamente), cuando ya no podían frenar una caída económica vertiginosa en Manhattan aquel 15 de septiembre del 2008, el día en que Lehman Brothers, el cuarto banco de inversión de EE.UU. se fue a la quiebra. Unos 700.000 millones de dólares en activos se esfumaron en unas horas. “Un momento terrible. Casi surrealista”, reconoció el presidente de la Fed, Ben Bernanke.
La frase al comienzo del texto aparece en Margin call (2011), una de las películas inspiradas en aquel crash, que fue el detonante (másquela causa) de lo que fue bautizado sucesiva- mente como la gran recesión, la peor crisis económica desde 1929. Un agujero que ha dejado heridas sin cerrar y preguntas por contestar.
La hemeroteca nos ofrece una imagen emblemática de lo que se vivió aquellos días. Jean-Claude Trichet, presidente del Banco Central Europeo (BCE), decide los tipos de interés en el mes de julio. Faltan pocas semanas para el colapso y Frankfurt está preocupada por el aumento de la inflación en la eurozona. No puede ver lo que se avecina, ni puede imaginar que años después se verá obligado a lanzar el mayor plan de rescate nunca llevado a cabo en Europa por un banco central.
“Lo de Lehman era imprevisible. Es verdad que habíamos visto una fuerte expansión del crédito en los años anteriores, pero no se podía pronosticar una crisis sistemática”, confesó años después Gertrude Tumpell-Gugerell, miembro en aquel entonces del consejo del BCE. En cambio, la Reserva Federal en los diez mesesanteriores al desplomeya había rebajado los tipos siete veces. Estaba claro que algo iba mal. “Éramos conscientes de que la situación financiera se estaba deteriorando. Pero la magnitud de los riesgos no se consideraban muy serios”, recordaba el vicepresidente del BCE en aquella época, Lucas Papademos. De hecho, la primera cumbre europea sobrela materia tuvolugarel 12 octubre, casi unmesdespués de Lehman. El ex presidente francés Nicolas Sarkozy, presidente de turno de la UE aquel día del 2008, en una entrevista en Le Figaro defendía su actuación. “Lo que pensaban Ricardo, Friedman o Keynes no tenía ninguna importancia y no tenía utilidad algu-