La otra gran cadena
Tres días después de cerrarse el acuerdo entre Nestlé y Starbucks, Coca-Cola firmó la compra de la cadena británica Costa Coffee a Whitbread por 3.900 millones de libras esterlinas (4.350 millones de euros). “Las bebidas calientes es uno de los segmentos de la industria en el que Coca-Cola no tiene una marca mundial”, aseguró el máximo responsable de la firma, James Quincey, en un comunicado, que seguía: “Costa nos da acceso a este mercado a través de una fuerte plataforma en las bebidas de café”. En un momento en que el consumo de refrescos azucarados tradicionales está cuestionado, los fabricantes de bebidas buscan alternativas y nuevos mercados para seguir creciendo. Costa supera a Starbucks en el Reino Unido y se está expandiendo en mercados en crecimiento como China y era una de las pocas grandes cadenas susceptible de ser comprada, tras la oleada de operaciones de los últimos años, como la adquisición de de Tim Hortons por parte de Burger King este mismo año por 11.000 millones de dólares. Whitbread compró Costa en 1995 por 19 millones de libras esterlinas. Entonces, la cadena tenía 39 locales, mientras que ahora tiene más de 3.800 establecimientos en 32 países. Paralelamente a la adquisición de Costa Coffee, Coca-Cola ha lanzado un refresco de café listo para consumir como fórmula para ampliar su catálogo de bebidas y captar un mercado que en EE.UU. ha crecido un 90% en los últimos cinco años hasta los 3.600 millones de dólares. Esta misma semana, la multinacional también anunció que estudia entrar en el negocio de los refrescos de marihuana.