Universo compacto
Honda y Subaru ofrecen propuestas de personalidad y con variedad mecánica
Subaru se mantiene fiel a la tracción integral y los motores boxer de cilindros opuestos
La oferta del segmento C es muy amplia. El mercado ofrece todo tipo de posibilidades de opciones mecánicas, estilo, tamaño, equipamiento y un largo etcétera. Dos de los modelos con mayor personalidad son Honda Civic y Subaru Impreza, que hacen gala de unas propuestas estéticas realmente seductoras, acompañadas de un generoso tamaño y una notable versatilidad.
Ambos automóviles tienen un marcado acento deportivo y se han ganado un merecido prestigio por su dinamismo, a lo largo de sus respectivas trayectorias. Honda dispone para su Civic de una plataforma de gran tamaño que se combina con un centro de gravedad bajo y con una eficaz suspensión trasera multibrazo, capaz de ofrecer precisión y eficacia de rodadura.
Por su parte, el Impreza es toda una leyenda de la competición de rallies y en su actual entrega, la quinta generación del modelo, estrena una nueva plataforma y continúa apostando por un gran dinamismo, aunque otorgando asimismo mucha importancia a apartados como el confort y la seguridad.
Honda Civic y Subaru Impreza disponen de carrocerías de cinco puertas y los habitáculos son amplios, capaces de acoger con comodidad a cinco ocupantes, ofreciendo ambos una anchura interior de referencia en su clase.
El modelo de Honda exhibe una capacidad de maletero netamente superior, gracias a sus brillantes 478 litros de volumen útil, toda una referencia en el segmento C. Diferentes propuestas El Subaru Impreza se desmarca de sus competidores en elementos mecánicos, como son el motor y la tracción. Sus mecánicas recurren a la habitual configuración de cuatro cilindros opuestos, frente a la más común de tres cilindros en línea, propuesta por el Honda Civic.
Otra distinción del Subaru Impreza es su tracción integral permanente Symmetrical AWD. Los modelos de Subaru han destacado siempre por su capacidad de tracción y este automóvil no es una excepción, ofreciendo un valor añadido cuando se trata de circular por superficies de escasa adherencia.
El Impreza dispone de un motor gasolina de 1,6 litros boxer, asociado a un cambio automático de variador continuo Lineartronic. Sus 114 CV cumplen bien su cometido, aunque no puede competir con el excelente rendimiento exhibido por el motor de un litro y tres cilindros en línea equipado por el Civic, que con sus 129 CV exhibe mejor capacidad de aceleración (10,9 por 12,4 segundos), superior velocidad máxima (203 por 180 km/h) y, además, mejores consumos de combustible (4,8 por 6,4 litros) y emisiones de CO más reducidas (116 por
2 145 gramos).
En cualquier caso, en ambos automóviles se dispone de una respuesta mecánica óptima, reflejada en apartados como la suspensión, la dirección o la capacidad de frenada. Sin tratarse de deportivos radicales –hay que adaptarse a los nuevos tiempos–, pueden ofrecer una conducción divertida y eficaz a sus conductores, si así lo desean.
Tanto el Honda Civic como el Subaru Impreza exhiben también buenas cualidades para un uso urbano, gracias a su agilidad y notable capacidad de giro. Son, en definitiva, dos de las mejores opciones existentes actualmente en la extensa oferta disponible en el segmento C.