EXPOSICIÓN BRILLANTE DESPARPAJO
Costa Rica se mueve, o mejor, sus pintores y poetas. Así como nuestra poesía se ha beneficiado de la luminosidad de Ana Istarú, Monge y Chase, la pintura costarricense enriquece nuestra escena expositiva. Hace unos domingos traje aquí el colorismo de Federico Herrero y hoy, las brillantes escenografías de Arrieta.
Con rubro Recuerdo un lugar imaginado, muestra un conjunto de pinturas en las que ensambla la apropiación, la moda, la figuración, la mancha, el estilismo, el diseño y el sentido escenográfico, logrando piezas espectaculares, como La trampa del pensamiento, 2018, óleo/lienzo, 182x214 cm, 16.940 euros, reproducida.
Fabrizio Arrieta, San José de Costa Rica 1982, inaugura su primera personal entre nosotros, tras participar en colectivas, ferias internacionales y en trece individuales en Costa Rica, Colombia, Estados Unidos y Panamá.
Con recortes de revistas de moda y otras fuentes, a modo de boceto, ahorma collages, que lleva al lienzo al acrílico, con un desparpajo y una elegancia evidentes, construyendo escenas con toque surrealista, de experimentación, aunando figuración y abstracción sin confusión. Sincretiza estándares para lograr un lenguaje genuino, limpio, espléndido, astuto, mágico, valiente.