Pau Relat
El activo circulante del agua
En el mundo de la gestión del agua para el regadío o para usos industriales, la prioridad debe ir dirigida claramente a fomentar el compromiso con el desarrollo sostenible. Por ello, desde la impactante creación de un ministerio denominado de Transición Ecológica, debemos exigir que dicho impulso se traduzca en mayores incentivos tendentes a favorecer las condiciones necesarias para la activación de un modelo más sostenible para la gestión de un recurso valioso por escaso.
En este entorno, la ecoinnovación se sitúa como un factor clave para la competitividad en las empresas. El entorno empresarial inmediato acompaña, como demuestran indicadores suficientemente alentadores. Un buen radar es el barómetro de la innovación que anualmente publica Acció y que deja bien a las claras que el 55% de las empresas catalanas han innovado durante el 2017 y que el 45% de ellas han incrementado su facturación gracias a ello.
No cabe duda de que la marea de la innovación forma parte de la nueva economía que gira alrededor del paradigma de la economía circular. Hoy se pueden citar cuantiosos ejemplos de innovación destinados a redondear el ciclo de la optimización y eficiencia en la gestión del recurso hídrico, generando, al mismo tiempo, el menor impacto en el planeta. Lamentablemente aún se estima que hasta un 70% de la superficie mundial de cultivo se riega de forma muy ineficiente cuando una gestión adecuada del agua puede permitir ahorros de entre el 30% y el 40% en términos económicos. Aestas alturas, no hace falta insistir sobre los beneficios que, más allá de las economías avanzadas, produciría la proliferación de sistemas inteligentes de riego por goteo mediante una nueva generación de soluciones integrales del ciclo del caudal hídrico.
Sabemos que sobre estos sistemas incidirán los avances tecnológicos sobre los que hoy se sujeta la cuarta revolución industrial, como la aplicación de inteligencia artificial, big data e IoT, de la mano del mundo digital. Precisamente la manera en que la industria y la tecnología del conocimiento sepan relacionarse adecuadamente determinará el futuro de la gestión sostenible del agua en su doble vertiente, como bien de consumo y como factor de producción.
Por ello es relevante subrayar la importancia que supone que Barcelona circule en la corriente sostenible gracias a citas como Iwater, el Salón Internacional del Ciclo Integral del Agua que organiza Fira, donde se acoge el Foro de la Economía del Agua, un debate académico independiente sobre el modelo de gestión del ciclo integral del agua, la seguridad hídrica a largo plazo así como la gestión económica de recursos hídricos en las ciudades, la agricultura y la industria.
Vale la pena reflexionar a escala internacional sobre qué hacemos con cada gota y como se convierte en un activo circulante para la empresa, las personas y el planeta.
Mala gestión El 70% de la superficie mundial de cultivo se riega de forma ineficiente y se podría ahorrar entre el 30% y 40% del agua