Regreso al origen
Francesc Pla Ya no se fabrican coches como el Jimny. Es una especie en vías de extinción. Una rara avis. Da la sensación de que, ante el abrumador éxito de los populares SUV, en sus distintos tamaños, no queda espacio para nada más. Suzuki acaba de demostrar que no es así del todo.
Y es que el nuevo Jimny, un todoterreno cuya primera generación data nada menos que de 1970, es un pequeño vehículo que recupera la esencia más pura y dura del concepto 4x4. En cierto modo, Suzuki ha dado un paso atrás (valiente, sin duda) al crear una nueva generación del Jimny que vuelve a tener una reductora manual o una carrocería básica y cuadrada. Eso sí, no exenta de encanto. En cualquier caso, el nuevo Jimny sigue siendo un todoterreno puro, de pequeño tamaño (3,48 metros de largo), muy ligero y capaz de superar los obstáculos más difíciles. Tiene un chasis con una estructura de largueros y travesaños que, aunque ha sido revisada, transporta a los 4x4 de los años ochenta.
Rígido, duro y resistente, no es un coche que pretenda quedar bien con sus ocupantes, que los cuide o los mime. Nada de eso. No hay lugar para la corrección en un Jimny que ha sido creado para satisfacer a los amantes de los coches de campo más genuinos, robustos y eficaces. Es, además, un coche diferente, con una estética cuadrada muy particular que recuerda el modelo Mercedes Clase G original, pero bastante más barato. De su estilo exte- Fiel a su origen de vehículo duro, Suzuki presenta una nueva generación del Jimny con una estética peculiar que lo convierte en un vehículo único La parrilla delantera es negra y de líneas sencillas, y en ella destacan los faros delanteros redondos Si dos ruedas en diagonal pierden tracción, el diferencial SLD las frena para repartir el par