La tecnológica crece a doble dígito
Sector público y empresas intentan modernizar sus sistemas tras años limitando el gasto en España
Dell es a la vez un apellido (el del fundador), una corporación que factura 80.000 millones de dólares y también una marca presente enlas principales áreas del negocio de las tecnologías de la información (IT). La empresa dejó de cotizar en bolsa en el 2014 porque Michael Dell se resistía a que los analistas bursátiles discutieran cada trimestre una estrategia que él concebía a largo plazo. En las próximas semanas, empezará a retomar el camino inverso para cumplir los compromisos consus inversores. Este no era el asunto que llevó a Dinero a un encuentro con Ricardo Labarga, director general comercial de la filial española de Dell Technologies. Aun así, afirmó: “A ninguno de nuestros clientes ni a nuestros empleados les preocupa. Por eso estamos creciendo en España a razón de dos dígitos y, por cierto, el primer dígito es un 2”.
Tras este arranque brioso, Labarga pasa a reflexionar sobre la actualidad del mercado español. “El tercer trimestre ha sido muy bueno para nosotros, pero existe el riesgo de que algunas decisiones se demoren si las empresas perciben signos de inestabilidad. En la práctica, manifiestan una aguda necesidad de invertir en IT. Observamos lo mismo en el sector público: tiene que modernizar su parque instalado, bastante obsoleto tras años de restricciones presupuestarias”, expone. Las comunidades autónomas –que suman aproximadamente el 50% de las compras de IT de las administraciones públicas– han reanudado antes la inversión, pero en la administración general del Estado, “las nuevas direcciones generales muestran un clarísimo interés por recuperar el tiempo perdido y renovar el fundamento de sus procesos, lo que naturalmente dependerá de la disponibilidad presupuestaria ”.
Dell Technologies está presente en los cuatro entornos de lo que suele llamarse transformación digital, pero no es Labarga de los que abusan de este sintagma. La marca es sobradamente conocida por sus PC (así empezó en los setenta) pero sólo los vende a empresas, así como sus estaciones de trabajo; está entre los líderes del segmento de servidores y, después de comprar EMC, también encabeza el podio de los sistemas de almacenamiento.
Es interesante la posición de Dell en este mercado, en el que conviven sistemas antiguos con una intensa revolución tecnológica. Una vez que hubo asentado la absorción de EMC, que fuera líder durante décadas, la cuota de Dell EMC se ha estabilizado por encima del 23% de un mercado que en lo que va de año ha crecido un 18%. Una buena medida de la actitud empresarial –puntualiza el entrevistado– es la meditada adopción del a hiperconvergencia.
En esta categoría reciente, que integra en un mismo equipo la computación y el almacenamiento asociado, Dell es líder mundial segúnla consultora IDC. “A propósito de la transformación digital, sólo tengo que decir que cada organización se transforma a su manera y según el ritmo que le conviene. Francamente, ninguna empresa que no haya nacido digital viene con un deseo explícito de ser disruptiva. Se lo toman con serenidad, empezando por proyectos piloto que les permitan encajar lo nuevo y rompedor con los activos con los que han crecido”.
Coneste discurso, no extraña que la aproximación de Dell al modo cloud computing se decante por un formato hibrido: no presta servicios en la nube. “Nuestra postura es conocida, somos proveedores de infraestructura para nubes privadas de las empresas, y ayudamos a integrarlas con los grandes proveedores de nube pública”.
En apoyo de su diagnóstico, Labarga se remite a la advertencia que hace un par de años dejó Michael Dell en Barcelona ante directivos de grandes compañías españolas. “Las empresas que más sufren los dolores de la transición son aquellas que en años anteriores se externalizaron con fórmulas puras de outsourcing; creyendo que lo más importante era reducir costes; sus directores de sistemas pasaron a ser gestores de contratos [por entonces se teorizaba la figura del bróker de servicios] y ahora comprueban que han perdido conocimiento interno, que se han descapitalizado intelectualmente para transformarse al mismo paso que sus rivales”.
“En España, a algunas compañías la reducción de costes se les ha ido delas manos y han de retomar la iniciativa. Sacar fuera ciertas funciones es lo de menos, pero con los procesos que son críticos para la empresa hace falta quien conozca el negocio tanto como la tecnología”, concluye.
Empresas que externalizaron sus procesos de IT han perdido la capacidad de competir