El tsunami tecnológico ya llegó
Ni España ni Catalunya tienen líderes políticos ni económicos que piensen en el futuro y tengan un proyecto de país para la cuarta revolución industrial
“La revolución industrial ha tardado dos siglos en transformar nuestro planeta, pero la disrupción tecnológica va a tener el mismo efecto en tan sólo dos o tres décadas”. Así decontundente es Ángel Bonet, jefe de ventas y operaciones de marketing de Mindait (Indra Company), en su apasionante libro El tsunami
tecnológico (Deusto). No es una fantasía, es la prescripción de un experto en innovación y en estrategias de marketing y ventas con más de veinticinco años de experiencia. Según dice, el impacto tecnológico en la economía y en el mundo empresarial va a suponer un tsunami: “El nuevo mundo ya está aquí, y el que no se adapte no sobrevivirá”. Ensu opinión, la coincidencia en el tiempo de una serie de tecnologías como la inteligencia artificial, el internet de las cosas, la nube, la robótica ola conectividad del móvil, entre otras, nos situará ante el mayor cambio económico-social, ya nodelas ultimas décadas, sino de los últimos siglos.
Sin que nos hayamos dado cuenta, lo que parecía ciencia ficción es una realidad: en cinco años los camiones circularán en su mayoría sin conductor; se logrará erradicar el hambre en el mundo con los avances de la alimentación y de la sani- dad; nadie tendrá monedas físicas en veinte años; el móvil estará integrado en nuestro cuerpo; la inteligencia artificial permitirá que los ciborgs convivan connosotros. “Estos avances científicos pueden ser una gran oportunidad, pero también una gran amenaza. Todo va a depender de lo que hagamos como individuos y como país para adaptarnos a esta nueva revolución”.
España y Ca tal un ya pueden aprovechar sus potencialidades ,“que son muchas, para dar un gran salto adelante y consolidarse como las regiones económicas más prósperas del planeta. Si, por el contrario, se pierden en debates y enfrenta- mientos más propios del siglo XIX que del XXI, se atascarán, y con el tiempo se irán quedando rezagados”.
Otrospaíses yatrabajan enpreparar una respuesta colectiva y están enfocando la enseñanza, la economía, la política, las leyes y su sector público y privado para afrontar lo que se ha llamado cuarta revolución industrial. Desgraciadamente, España no está entre quienes piensan y trabajan para el futuro: “Si hace veinte años se hubiese hecho el mismo esfuerzo inversor en digital izar nuestra economía que hizo Estados Unidos, nuestro PIB habría crecido un 30% más. Seríamos un treinta porciento másricos”. Nolohicimos y nos hemos enzarzado en un enfrentamiento identitario que está desenfocando el auténtico problema que tenemos como sociedad: preparar a los jóvenes para que se manejen y aprovechen las oportunidades de un mundo diferente al que hemos conocido, pues les educamos igual que nos educaron a nosotros en el pasado.
En opinión de Ángel Bonet, no hay ningún líder que esté pensando en el futuro ni tampoco existe un proyecto de país: “Como catalán que amo profundamente a mi tierra y conocedor de la complejidad de los sentimientos que puede tener cada uno, mepreocupa que no estemos tomando conciencia de lo que se nos viene encima. Tal vez esta revolución pueda ser una solución a nuestros fantasmas del pasado. Los catalanes somos gente pragmática, y cuando tomemos conciencia del tsunami tecnológico nos pondremos las pilas y empezaremos a buscar acuerdos en vez de enfrentamientos”.