Vodafone paga cara la ‘guerra del fútbol’

Ganar eficiencia es imperativo ante el ciclo de fuertes inversiones que van a precipitar las nuevas redes 5G

En dos años, Vodafone ahorrará 400 millones al no competir en un negocio que ha trastornado al sector

Decir que los malos resultados de Vodafone España se explican por la guerra del fútbol entre los tres operadores de telecomunicaciones es quedarse corto. Es evidente que la caída de sus ingresos por servicios en el tercer trimestre (segundo de su año fiscal) ha sido del 7,2%, provocada por la deserción de 69.000 clientes, una merma causada por la decisión de no ofrecer parte de la oferta de fútbol a través de Vodafone TV. A lo que se agrega el ascenso de los costes de adquisición y retención de clientes a través de promociones, más necesarias en estas circunstancias.

Explicaba el pasado martes António Coimbra, consejero delegado de la filial española del grupo, que hasta septiembre del 2019 –inicio de temporada de la Liga– no se notará en las cuentas el ahorro de costes generado por su rechazo a participar de una batalla comercial que considera dañina para todo el sector. A partir de entonces, calcula la empresa, se ahorrarían 180 millones en el ejercicio 2019-2020 y otros 230 millones enel siguiente. Enamboscasos, por comparación con el régimen actual.

Según Coimbra, Telefónica ha consentido, al comprar los derechos a La Liga, una inflación de precios del 11% sobre años anteriores, por lo que “si antes no nos salían las cuentas, mucho menos salen con la fórmula de cálculo fijado por la CNMC, que implica duplicar el coste por cliente para Vodafone sobre lo que cuesta el fútbol a Movistar y Orange”.

Cuando se le pregunta por la ecuación económica de esta guerra, se explaya en datos: en España hay, redondeando, 2 millones de clientes de TV con fútbol contratado, de los que 340.000 eran usuarios de Vodafone TV. “Sabemos por experiencia queesmuydifícil cobrar másde25 euros al mes por añadir el fútbol a la programación; digamos que restando el IVA se ingresan 20 euros al mesque, por 2 millones de usuarios, daría 480 millones al año. No sé qué cuentas ha hecho Telefónica para pujar 1.300 millones al año por los derechos del fútbol, pero a primera vista el punto de equilibrio estaría en torno a 60 euros al mes”, argumenta.

El sector de las tele comunicaciones sufre varias distorsiones cuya expresión acabada es su crecimiento raquítico: es improbable que en el negocio tradicional de conectividad se vuelva a crecer por encima del 3%. Por otra parte, se está produciendo ahora mismo un movimiento impulsado por el tirón comercial de Masmóvil, al que los otros tres operador es responden potenciando sus segundas marcas debajo precio (O2deTelefónica, Amena y otras de Orange, como Lowi).

Los servicios de televisión de pago han replanteado la estructura de costes del sector, sobre todo desde que la fibra y el fútbol se convirtieron en armas decisivas de la competición. Como grupo multinacional, V oda fon eh a tenido que encajar el impacto contable de reducir el valor de sus activos en España en 2.900 millones de euros, “tras evaluar la perspectiva futura del mercado”. Asimismo, ha eliminado un activo fiscal de 1.048 millones (relacionado con la compra de Ono) del que considera ya no podrá beneficiarse con la generación de caja prevista. La deci- sión, que deprecia también otras filiales, preanuncia otras medidas de recorte de costes.

Al respecto, puntualiza Coimbra, “otra forma de defender el valor de la empresa es la optimización de costes mediante la transformación digital y la automatización, que en una teleco aporta bajadas en sus costes operativos. A la hora de ganar eficiencia, la filial española es una referencia para el grupo. Algo relevante ahora que con la cercanía de 5G vamos a entrar en otro ciclo fuerte de inversión”.

.