Récord en Nueva York (1)
La gran semana de subastas de Nueva York de noviembre siempre sirve de barómetro de cómo está el mercado. Ahora mismo, el sector se cuestiona si la trayectoria ascendente que ha venido marcando los últimos años va a continuar en medio de las fluctuaciones de la bolsa, el complicado escenario político en Estados Unidos, el descenso de la economía en China y los vaivenes del Brexit en el Reino Unido, los tres mercados que suman el 83% del mercado.
No se podrá decir que las tres grandes casas de subastas, Christie’s, Sotheby’s y Phillips, no pusieran toda la carne en el asador para conseguir, en esta maratón de ventas, una cifra equiparable a la del año anterior (2.300 millones de dólares) si descontamos los 450 millones del Salvator Mundi de Leonardo. El listado de obras consignadas presuponía grandes ventas, ¡22 de ellas salían por encima de los 20 millones de dólares!
En las primeras ofertas hubo ya un toque de alerta cuando muchos de los lotes no encontraron comprador, sea por marcar un precio de salida demasiado alto, sea por no generar interés suficiente. Lo cual no evitó que durante la semana se fueran sucediendo récords importantes, como el del Magritte Le Principe du plaisir , 1937, que logró 26,8 millones en Sotheby’s, o el delicioso Hopper Chop Suey, 1929, que alcanzó los 92 millones en Christie’s, cuestionándose ampliamente si esta cotización no era un tanto exagerada.
Pero la perla de la semana fue el formidable David Hockney Portrait of an Artist ( Pool with two Figures), 1972, que al venderse la noche del jueves en Christie’s por 90,3 millones (con comisiones) ha catapultado a Hockney como el artista vivo más caro del mundo en subasta, pulverizando su récord anterior de 28,4 millones y el que ostentaba Jeff Koons, que en el 2013 alcanzó los 58,4 millones con su versión naranja de la escultura Balloon dog.