Nada de electrónica, pero no se puede negar que su estilo es realmente espectacular
y un tambor trasero de varillas, que se alojan en llantas de 17 pulgadas que, a su vez, albergan neumáticos de tipo mixto.
Toda esta descripción mecánica para mover un peso cercano a los 100 kilos. Una simpleza mecánica que no deja indiferente, aunque su principal atractivo reside en detalles como el depósito, su amplio manillar que, además, aloja en los puños los mandos de los intermitentes y luces, y que también soporta un velocímetro redondo en el que encontramos indicador de nivel de gasolina e indicador de la velocidad seleccionada.
Pero también hay que fijarse en su asiento terminado en un pequeño colín que incorpora el piloto trasero. Y en su placa portanúmeros frontal que no sólo le da un aire racing, sino que además incorpora un faro de tipo led.
Si a ello le unimos el pequeño guardabarros delantero y trasero, así como la placa portamatrícula con soporte lateral y un generoso tubo de escape, la ver- Mash Dirt Track 50 dad es que esta Dirt Track 50 es una fiel y cuidada reproducción, a menor escala, de las históricas Harley-Davidson preparadas para este tipo de carreras.
Su entorno es el urbano y sus prestaciones, aunque limitadas por su pequeña cilindrada, son suficientes para moverse por núcleos urbanos con agilidad y, sobre todo, con mucha personalidad.