Delirio de gasto
¡Qué nervios! Se acerca el momento de las frenéticas compras del black friday y el cyber
monday. La temporada navideña se inicia en EE.UU. con Acción de Gracias y es de vital importancia para el sector retail al concentrar una cuarta parte de las ventas totales del año. Además, nos proporciona una idea clara sobre la salud del consumo americano, que representa cerca del 70% del PIB del país. Dicen que el apelativo de
viernes negro se debe al cambio que se producía en los números de las tiendas que pasaban de rojos (pérdidas) a negros (beneficios), pero a mí me gusta más la hipótesis de que ese alias fue utilizado por primera vez por los policías de tráfico de Filadelfia, pues las familias iban de compras abarrotando las calles de coches que entonces eran sobre todo negros. Los norteamericanos gastarán un 4,1% más que el pasado año; el nivel de desempleo más bajo visto en décadas, la confianza próxima a máximos históricos y el incremento de los salarios, podrán hacerlo posible.
La primera y principal cita del comercio electrónico ha sido el
singles day (día del soltero), que se celebró en China el 11 de noviembre. Un evento que surgió a finales de los noventa como una broma para combatir el romanticismo del San Valentín. Fue en 2009, cuando el gigante Alibaba decidió usar el día como excusa para lanzar rebajas y desatar la locura consumista.
Este apetito voraz por consumir supone batir récord de ventas e implica también plusmarcas de residuos. Estamos hablando de más de 160 mil toneladas en envases de plástico, cartón y cinta adhesiva, correspondientes a 340 millones de paquetes de 1.400 millones de pedidos. El culmen del paroxismo consumista y un desastre medioambiental por la basura y el repunte de las emisiones de carbono.
Deberíamos hacérnoslo mirar, ¿no creen?