Fábricas de última generación
Las plantas de producción de vehículos viven una revolución interna sin precedentes. Además de los cambios que propiciará la creciente electrificación de los modelos, las factorías aplican cada vez más soluciones innovadoras que buscan más eficiencia y seguridad. Algunas de las más avanzadas se están probando en España. El Clúster de la Industria de la Automoción de Catalunya (CIAC), que agrupa a más de doscientas empresas del sector, desarrolla gran cantidad de proyectos. Uno de los más destacados se centra en el uso de exoesqueletos por parte de operarios de puestos de trabajo con carencias ergonómicas y que son de difícil automatización. La experiencia, en la que hay unas cuarenta empresas observadoras, se lleva a cabo en las instalaciones de Nissan de la Zona Franca, en Barcelona, desde hace un año y medio. Estos artefactos se comenzaron a utilizar hace 30 o 40 años en el campo médico y desde hace cuatro o cinco se han introducido en la industria. Los hay activos, que aplican fuerza, y pasivos, que bloquean posiciones. Sirven para tres posiciones: semisentado (en las piernas), con la espalda doblada entre 30 y 60 grados (lumbares) y cuando sustenta los brazos para realizar tareas de repetición en que estos están más del 30% del ciclo por encima de los hombros. En enero se cerrará el proyecto después de cuatro meses de pruebas reales.
Otra iniciativa destacada del CIAC es el uso de drones en las factorías, que se está ensayando en las instalaciones de Seat de Martorell. El proyecto se centra en aplicaciones en las que estos aparatos voladores pueden ser útiles porque evitan que los empleados tengan que colocarse en posiciones elevadas, en ocasiones colgándose con la ayuda de arneses, por ejemplo para hacer revisiones de mantenimiento de los edificios o para controlar los stocks. También se está evaluando su utilidad en el movimiento de piezas pequeñas y así evitar otros sistemas como los AGV (automóviles de guiado automático) que van por el suelo.