En el plato, sí La recogida de setas, muy popular, no se afianza aún como negocio
Los territorios forestales siguen sin sacar provecho de la posible rentabilidad de los preciados hongos
Esta temporada de setas está siendo una de las mejores para los amantes de los preciados hongos. Sin embargo, los territorios forestales siguen sin acabar de sacar provecho de la gran afluencia de personas que mueve las setas. Sólo en Catalunya se registra una media de 1,2 millones de boletaires al cabo del año, que se concentran básicamente en los meses de septiembre, octubre y noviembre. De estos 1,2 millones de boletaires, unos 433.000 van más de tres veces al año, y un número indeterminado de ellos (al tratarse en muchos casos de economía sumergida) recogen setas para venderlas.
Se estima en diez millones de euros el dinero que supone la importación y exportación de setas, nueve la importación y sólo uno la exportación. Las setas importadas proceden de países del este de Europa pero también de otras regiones más lejanas, según explica Juan Martínez, investigador del Consorci Centre de Ciència i Tecnologia Forestal de Catalunya (CTFC). Martínez asegura quede vender se todas las setas que hay en los bosques catalanes, se facturaría una media de 24 millones de euros al año. La mayor parte de estos bosques están en manos privadas (el 74%), pero los propietarios raras veces reciben alguna compensación por los hongos recogidos en sus fincas.
Unadelaspocas experiencias de cobro por recolección en Catalunyaesla deJosepPintó, enSantLlorenç de Morunys. En el 2012, este propietario forestal decidió vallar sus 200 hectáreas de bosque y cobrar 10 euros a quienes quisieran ir a recoger un máximo de tres kilogramos de setas por persona. El año de más afluencia vendió 160 entradas, pero lo más importante para Pintó es que han aumentado las pernoctaciones en su hotel El Monegal, vinculado a la finca forestal.
El mico turismo, entendido como la actividad turística relacionada con la gastronomía, re colección y la cultura micológica de los hongos silvestres, es un campo por explotar, según el estudio Los beneficios socioeconómicos, científicos y políticos del micoturismo. Hoy en día la mayor parte del valor añadido se escapa de la zona de producción. Sólo algunos territorios como la provincia castellano leones a de Soria han sabido aprovechar el tirón de las setas. La investigación, publicada en la revista científica Ecosphere, concluye que el buscasetas o mico turista está en el centro de un nuevo modelo de negocio de ecoturismo que puede llegar a revitalizar la economía rural.
La obtención de ingresos mediante la micosilvi cultura contribuiría a que los propietarios forestales invirtieran en sus bosques para aumentar la productividad micológica, argumenta el CTFC. Sin embargo, la entidad se lamenta de que el actual marco legislativo catalán no beneficia el desarrollo de la actividad micológica. “Es necesario que exista una normativa que proteja al propietario forestal como ya existen en muchas otras comunidades autónomas”, señala Martínez.