EXPOSICIÓN ACTUALIDAD CLASICISTA
Aurora Cañero perfuma el bronce y el acero de elegancia y eternidad
Esculturas de Aurora Cañero Galería Kreisler | Calle Hermosilla, 8, Madrid | Hasta el 17 de noviembre | Precios, de 2.525 a 127.000 euros | Tel. 915 761 662
Tomás Paredes
La escultura en los últimos lustros se encuentra en un laberinto del que no es fácil entrar o salir indemnes. Hemos llegado al paroxismo de, al amparo del concepto expandido, considerar escultura desde un montoncito de papeles arrugados a un vídeo.
No estamos obligados a respetar tradiciones caducas –Baudelaire en el salón de 1846 se pregunta ¿Por qué la escultura es aburrida?–, pero sí a conocer que existe un concepto escultórico que hace relación a la orientación del espacio, al tiempo, al ritmo, a la germinación de las formas, a la búsqueda de la perfección, a la conquista de la emoción, el misterio y el lugar.
La escultura de Cañero siempre ha convocado la actualidad al seno del clasicismo. No se trata de un realismo expresionista, como se estila ahora; es una escultura de canon clásico para hombres y situaciones actuales. Sus desnudos no son griegos, aspiran a la sublimación de las formas, pero actuales. Esta retrospectiva de los diez últimos años de su trabajo es una asamblea de dioses, narcisos y amazonas, desnudos.
Aurora Cañero (Madrid, 1940) ha expuesto en prestigiosas galerías de Europa, Asia y América; participado en ferias internacionales. Es una bellísima dama de la escultura, que perfuma el bronce y el acero de elegancia y eternidad, como en
Estratega, 2009, bronce edic. 6, 163x160x30 cm, 58.000 euros, reproducida.