CRÍTICA DE ARTE ELOGIO DE LA DIVERSIDAD
Quien quiera saber cómo es el arte contemporáneo reciente bastantes años antes de que se exponga –con un retraso prudencial y notable– o incluso de que no se llegue a exponer en las instituciones artísticas (museos, centros, fundaciones), hará bien en visitar la nueva edición de DelicARTessen, la gran exposición colectiva internacional que presenta cada año por estas fechas la galería Esther Montoriol. DelicARTessen es una muestra selectiva de arte todavía asequible, pues los formatos son pequeños o medianos. Y creo que si el futuro no es benévolo con algunos de estos artistas, no será por su falta, sino más bien por falta de buenos coleccionistas y por alguna carencia en los responsables de ciertas instituciones culturales, que a menudo premian, programan y difunden “de oídas”, sin haberse molestado en ver el mejor arte actual que se expone en algunas galerías.
Este año la selección incluye casi medio millar de obras de noventa artistas, de las que 450 se exponen y se despliegan en los dos pisos de la galería Esther Montoriol, como constelaciones, o ya casi se podría decir que como galaxias de fragmentos subjetivos y expresivos. Ahí encontramos casi todos los modos, soportes y estilos que ofrece el arte actual. Es una lástima que este momento tan brillante y creativo en lo artístico coincida con un mal momento local en cuanto a coleccionismo, modernidad y mercado artístico genuino, no especulador. Necesitaría una página para destacar y describir las mejores obras de esta muestra. En la imagen, una pintura de Víctor Pérez Porro.