Suelo industrial y nueva ciudad
Oportunidad La transformación de polígonos debe servir para la innovación y la tecnología y para el cambio social de los barrios adyacentes
La ciudad actual es el resultado del sistema productivo propio de la segunda revolución industrial, que tiene lugar en Catalunya durante el siglo XX. El sistema económico basado en la producción industrial, un sistema de movilidad centrado en el vehículo automóvil, el sistema energético dominado por un determinado sistema eléctrico y los derivados del petróleo, determinan, entre otros factores, un urbanismo que conlleva la ciudad dispersa, la especialización de usos urbanísticos, la creación de espacios de actividad económica basados en la expansión del polígono industrial situado fuera de la ciudad.
Pero actualmente estamos en pleno proceso de cambio del sistema productivo, hacia un nuevo modelo en el cual la fábrica industrial tradicional se transforma en una cadena de valor global. La innovación, resultado del conocimiento y de la creatividad de las personas, es el factor clave de la competitividad; la economía se basa en personas creativas que quieren vivir en una nueva ciudad.
Nos encontramos en un momento de transición, con un sistema energético en pleno proceso de transformación, ante la necesidad de un nuevo modelo de movilidad y un cambio cultural profundo basado en la digitalización y en funciones exponenciales. Todos estos factores provocan una gran revolución económica y social, que comporta la necesidad de un cambio radical en la manera en que se ha planteado hasta ahora el urbanismo, aquí y por todo el mundo.
En esta nueva revolución, pienso que la existencia de suelo industrial en polígonos en proceso progresivo de abandono nos da una gran oportunidad de transformar una parte de este suelo en nueva ciudad donde la innovación, la tecnología, el conocimiento tengan un papel fundamental. Por otra parte, la transformación de los polígonos puede ser la palanca de transformación social de los barrios adyacentes, por la vía de la conexión del sistema productivo de los polígonos en transformación con el sistema educativo de la ciudad y de la promoción de vivienda pública.
En muchas ciudades catalanas, que disponen de suelo industrial situado en trama urbana, al lado de las viviendas, se podrían identificar algunos proyectos piloto de transformación hacia la nueva ciudad del siglo XXI, siguiendo metodologías que hoy se están aplicando aquí y en otros países del mundo. Los casos de los polígonos Sud y del Sot en Badalona y Sant Adrià, o el de la carretera del Mig, en l’Hospitalet de Llobregat, entre muchos otros, serían ejemplos claros que aplicar.
Pienso que el factor clave de este proceso de cambio consiste en saber integrar la transformación urbanística, la estrategia económica de especialización productiva, la transición del modelo energético, la incorporación de tecnologías al servicio de los ciudadanos y la transformación social de los barrios del entorno del suelo industrial.