Un modelo con sobreoferta 53%
delo de negocio low cost”, apunta Felipe López-Gálvez, analista de Self Bank. “El sector deaerolíneas de bajo coste se encuentra duramente castigadoporelexceso deoferta, lo quehace que sea muy difícil operar de manera rentable. Además, si el precio del crudo sigue subiendo, la dificultad aumentará”, añade el analista. El aumento del precio del combustible, las innumerables huelgas del sector y las compensaciones a las que tienen que hacer frente las aerolíneas han provocado, asimismo, cierres de compañías pequeñas. “Los precios del petróleo y el ajuste de tarifas por la sobreoferta en los últimos meses han provocado una oleada de cierres: Primera (Reino Unido y España), Small Planet and Azur (Alemania), Sky Works (Suiza), VLM (Bélgica), Cobalt (Chipre) y Cello (Reino Unido). Además, otras compañías más importantes, como Wow (Islandia), Flybe (Reino Unido) y Germania (Alemania) están buscando urgentementecompradoreso, comoNorwegian, refinanciación para sobrevivir”, apunta la última nota de resultados de Ryanair, a principios de febrero, cuando anunció sus primeras pérdidas en cuatro años.
Por su parte, Norwegian aborda un periodo de reestructuración tras dos años de fuerte crecimiento. “Hemostomadounaseriedeiniciativas para mejorar la rentabilidad al reducir costes yaumentarlosingresos en el futuro”, señaló el fundador y consejero delegado, Bjørn Kjos, tras presentar pérdidas de 150 millones de euros. Las medidas pasan por optimizar bases, rutas y flota en un plan de ajuste de costes. “El low cost funciona en vuelos punto a punto y trayectos cortos; la apuesta de Norwegian es arriesgada y no está demostrado que la estructura de costes se pueda trasladar al largo radio”, apunta Oriol Amat, catedrático de Economía de la UPF.
En un entorno muy competitivo y de precios a la baja, las aerolíneas lanzan estrategias para diferenciar su producto y arañar máspasajeros. Vueling ha lanzado un plan de crecimiento y experiencia del cliente con inversiones de 70 millones, mientras Ryanair acaba de anunciar unabatería demedidasdeatención al cliente como tramitación de reclamaciones express, compromiso de puntualidad o un periodo de dos días para modificar la reserva sin coste. “El producto low cost y el de las compañías tradicionales se ha igualado, así comolosprecios; cada vez hay menos diferencias”, señala Luis Martínez Ribes, profesor demarketing deEsade, especializado en neuromarketing. “Al final, el pasajero se inclina por la compañía quele genera menosfricciones; maletas, horarios, precios, colas, retrasos...”, concluye el profesor.