Recesión, pero menos
Las sales de Nueva York de noviembre son un gran acontecimiento en la ciudad y sirven para tomar el pulso de cómo el mercado global del arte cierra el año. Segundo y cuarto trimestres son siempre los de más ventas, y había cierta expectación tras la decisión de Patrick Drahi, el nuevo propietario de Sotheby’s, de relevar a quien fue durante los últimos cuatro años su factótum, Tad Smith. Si bien cuando compró la firma dijo que iba a mantener a todo el equipo directivo, lo ha sustituido por Charles Stewart, proveniente del sector financiero, lo que es indicativo de hacia dónde va este mercado.
La economía mundial no está entrando técnicamente en recesión, pero sí en una fase de ralentización que nos lleva a un cambio de ciclo. Yciertos conflictos políticos, a los que el mercado artístico no es inmune, se ven reflejados en el Informe de confianza de ArtTactic, que apunta una bajada del 29% en sólo seis meses.
Sin embargo, a juzgar por los resultados de las subastas el mercado se mantiene sólido. Las tres grandes vendieron, en cinco sesiones, 1.100 millones de dólares. Los índices de obras vendidas fueron altos y muchas ventas, sin ser espectaculares, estaban muy por encima de los valores estimativos. Curiosamente, algunas no vendidas en el pasado reaparecieron reequilibradas de precio, adjudicándose en valores inferiores. En su conjunto, no se vendieron las cifras del año anterior (fueron 330 millones menos), pero esto no evitó que fraguasen algunos récords sonados como una pintura de Ed Ruscha por 52,5 millones (con buyer’s premium), evidenciando, una vez más, los altos precios que los artistas pop americanos están alcanzando. Otras obras, como una rara escultura que el futurista Umberto Boccioni concibió en 1913 –y se fundió en 1972–, se vendieron tras una dura lucha de pujas por 16,1 millones, mostrando cuán importante es la rareza de las obras que salen a la venta.