Alma desnuda y radical
La nueva Z H2 llega con renovadas razones para consolidar el liderazgo de Kawasaki entre las ‘naked’
Kawasaki puede presumir de tener en su gama los modelos naked, de media y gran cilindrada, más vendidos del mercado. Y la nueva Z H2 llega con renovados argumentos para consolidar este liderazgo. Así, la nueva Ninja llega con un motor de cuatro cilindros en paralelo, de 998 centímetros cúbicos, que deriva del que emplea la Z1000. Pero la marca japonesa incorpora un compresor para alcanzar una potencia de 200 CV. Todo con un peso de poco más de 200 kilos. Es decir, más de un caballo de potencia por kilogramo desplazado. En términos relativos, claro. Sin duda, una cifra queimpresionayqueanadie deja indiferente.
La nueva Z H2 es una moto racing por excelencia. De eso no cabe duda. Pero es también una moto que se deja llevar en recorridos urbanos, aunquesuentornorecomendable es el asfalto o la pista. Así, queda claro el perfil de sus usuarios: moteros ávidos de fuertes sensaciones, y no solo por su elevado rendimiento o velocidad punta. También como vehículo utilizable a diario, a pesar de sus limitaciones. En cualquier caso, la Z H2 es una auténtica naked, y por ser una moto desnuda es fácil moverse con ella y sobre ella. Además, como es propio de la firma, mantiene ese aspecto exterior de moto agresiva, a la vez que minimalista por su carencia de plásticos o carenados prescindibles.
El chasis, ahora aligerado con componentes en aluminio, aloja un motor compacto con sobrealimentación, un motor compacto que se apoya en una horquilla invertida en el eje delantero y un monoamortiguador anclado en el subchasis trasero.
Tanto la suspensión delantera como la trasera son regulables, tanto enprecargademuellecomo en hidráulicos, lo que permite que esta moto se adapte al detalle a las preferencias de cada usuario. Esto que acredita y también garantiza una inmejorable estabilidad en curva, a la vez de una precisión en vías rápidas fuera de toda duda.
La guinda en componentes la pone un efectivo sistema de frenos de dos discos en la rueda delantera y un disco en la trasera, asistidos por ABS, y que proporcionan un alto poder de frenada y un excelente comportamiento. Y para dominar la respuesta del motor, dispone de tres modos de conducción, control de salida, velocidad de crucero (todo un detalle para circular con tranquilidad en autopistas y autovías) y cambio develocidades semiautomático, gestionado por un embrague con sistema anti-rebote.
Mantiene inalterables los rasgos típicos en Kawasaki: agresividad y sensación de ligereza
Kawasaki Z H2
El motor con compresor rinde 200 caballos de potencia para un peso de 239 kilos
Asimismo, no falta detalle en la instrumentación. Pese a su simplicidad, detrás de la minúscula cúpula que alberga la óptica delantera se esconde un cuadro de instrumentos digital muy completo. En suma, Kawasaki ofrece, una vez más, una moto espectacular en su imagen, eficiente en sus prestaciones y, lo que es más importante, una verdadera máquina para crear sensaciones.